Boris Santos Gómez Úzqueda Analista @BorisSGomezU El petróleo va a continuar siendo una herramienta capitalista por excelencia en el juego geopolítico global, por muchos años, en tanto el gas lo reemplace en gran medida, en un segundo largo momento, para en un futuro de no menos de 50 años ingresen las renovables (solar/eólica) con gran
Boris Santos Gómez Úzqueda
Analista @BorisSGomezU
El petróleo va a continuar siendo una herramienta capitalista por excelencia en el juego geopolítico global, por muchos años, en tanto el gas lo reemplace en gran medida, en un segundo largo momento, para en un futuro de no menos de 50 años ingresen las renovables (solar/eólica) con gran fuerza. De momento sigamos viviendo el presente: el precio del barril referencial del norte europeo Brent, subió sobre USD 86/barril y el West Texas Intermediate(WTI) de Estados Unidos USD 76/barril. Ambos datos reflejan sus máximos precios en 4 años.
El régimen fundamentalista iraní debe caer en algún momento, para que retorne el liberalismo democrático a ese país. Para ello Estados Unidos aplica un paquete de sanciones comerciales –desde noviembre- sobre Irán, éstas tienen que ver con, por ejemplo: comercio de oro y de otros metales, industria automotor, y otras que motivaron a que recientemente las aerolíneas British Airwaysy Air France anunciaran el fin de sus tramos a Teherán, la corporación francesa Totalanuncie su salida de Irán (y deje el desarrollo del campo gasífero South Pars, uno de los más importante del mundo), lo mismo con las navieras europeas Maersky MSC, que según la prensa internacional no harán más servicio de transporte de contenedores a Irán. Las sanciones van a apretar el cuello del régimen en donde más les duele: ingresos por venta de petróleo. Al no haber compradores de volumen sus exportaciones caer, cayendo sus ingresos en dólares, que siguen utilizando en transacciones aunque odien “al imperio”.
De su lado Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, hizo mucho para que sus niveles d producción interna de gas y petróleo suban gracias a las inversiones privadas en fracking: sin duda que el barril de petróleo estadounidense podría llegar a USD 100 en 2019 gracias a sus excedentes por inversiones en fracking. Otra cosa que los socialistas y naziambientalistas odian sin fundamento.
Las sanciones norteamericanas a Irán que exportaba –a Europa principalmente- en abril 2018 2.8 millón de barril día (bdp) de petróleo han caído a 2 millón bpd en septiembre 2018, fruto del anunciado “paquete” de sanciones de la mayor democracia liberal contra el régimen abusivo de Irán.
Por otro lado Trump le pidió al máximo cártel de producción petrolera OPEP incremente sus volúmenes de producción (aproximadamente unos 2 millón bpd) y los ponga en el mercado para evitar que el crudo iraní, que no llegará al mercado, eleve el precio del petróleo. Buena movida coordinada. Sobre el particular la prensa recoje el criterio del analista Jefferies Jason Gammel quien dijo que en su experiencia de muchas décadas en la industria no recuerda un antecedente de que Estados Unidos pida a OPEP incremento de saldos.
Ante ello: el ministro de energía y petróleo del reino Saudita, Khalid Al-Falih, dijo que no se hacen problema en incrementar. En realidad no tienen por que hacerlo: Arabia produce hasta 12 millón bpd y puede incrementar hasta 13, poniéndolos al servicio de la demanda y lograr cubrir el eventual desbalance generado por el crudo iraní que no ingrese al mercado. Acción coordinada entre Estados Unidos –otra potencia productora de gas y petróleo no/convencional- y Arabia la potencia tradicional de producción de petróleo.
Por otro lado: ya anunció Arabia Saudita que invertirá 20.000 millones de dólares durante los próximos años para mantener e incrementar la capacidad de producción de petróleo, de manera que se millón adicional de petróleo diario costaría al reino Saudita aproximadamente 20.000 millones USD. “Nos cuesta cerca de 2.000 millones al año pagar los gastos operativos del personal y mantener las instalaciones», dijo el ministro en una frase que debería servir de noción, a los latinoamericanos, tan acostumbrados a decir grandes cifras, creyendo que son tales, cuando en realidad son pequeñas, comparativamente con la realidad de la industria de países como Arabia o Estados Unidos.
La noticia de la subida de los precios del petróleo, por otro lado, alegra a regímenes duros latinoamericanos que venden petróleo (Venezuela) y gas (Bolivia) que van a incrementar sus ingresos. Pero de todas formas el debilitamiento político que tienen es tal que ni con cuantioso dinero podrán seguir adelante.