En un esfuerzo por disminuir la dependencia del sistema financiero global dominado por Occidente, Rusia propuso un nuevo mecanismo de pagos transfronterizos durante la cumbre de los BRICS. Este grupo, que reúne a las principales economías emergentes del mundo, ha buscado en los últimos años alternativas que permitan mayor independencia económica frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.

El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó la importancia de esta iniciativa en su intervención virtual, subrayando que «el desarrollo de un sistema de pagos propio brindaría mayor estabilidad y flexibilidad económica» para las naciones del bloque. Además, esta propuesta llega en un contexto de creciente tensión por el conflicto en Ucrania, lo que ha motivado a Rusia a reforzar alianzas con sus socios del BRICS.

La cumbre también abordó otros temas relevantes para la agenda económica del grupo, como el comercio y la inversión. Líderes de Brasil, India, China y Sudáfrica expresaron su interés en evaluar la viabilidad de este nuevo sistema de pagos, ya que podría reducir los riesgos derivados de las fluctuaciones del dólar y facilitar el intercambio comercial entre los miembros del bloque. Según expertos, esta estrategia podría cambiar la dinámica global si otros países emergentes deciden sumarse a la iniciativa. Debido al conflicto Rusia ha intensificado sus esfuerzos por consolidar relaciones económicas con China e India, dos miembros clave del BRICS que han mantenido posturas más neutrales frente al conflicto. El bloque ha sido visto por Moscú como una plataforma para contrarrestar la hegemonía financiera occidental y encontrar soluciones alternativas que fortalezcan su economía.

En paralelo, Putin informó a los líderes del BRICS sobre los avances de las tropas rusas en Ucrania, lo que subraya la interrelación entre la estrategia militar y las decisiones económicas del Kremlin. A pesar de la creciente presión internacional, los países miembros del BRICS han mantenido su enfoque en la cooperación económica, con miras a consolidar una red de apoyo que permita a cada miembro enfrentar los desafíos globales actuales.