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Productores agrícolas recibirán combustible extra para para encarar la siembra de verano en el país

  • En Pais
  • 1 de octubre de 2025
Productores agrícolas recibirán combustible extra para para encarar la siembra de verano en el país

Ante la escasez denunciada por productores, el Ejecutivo compromete suministrar 35 millones de litros entre octubre y noviembre para cerrar la campaña de invierno e iniciar la de verano. La medida busca garantizar la continuidad de cultivos y reforzar la seguridad alimentaria nacional.

Distribución prioritaria frente al desabastecimiento

El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, anunció que durante octubre y noviembre se distribuirán 35 millones de litros adicionales de diésel para el sector agropecuario, como parte de un plan urgente para completar la campaña de invierno e iniciar la de siembra de verano.

Flores precisó que en agosto y septiembre ya se habían entregado 21 millones de litros, lo que permitió cubrir hasta el 77 % de la necesidad del sector en esos meses críticos. Para esta nueva fase, se priorizarán cultivos sensibles como arroz, maíz, caña y oleaginosas, desplegando estaciones móviles y mecanismos de priorización en zonas de cosecha y preparación agrícola.

El gobierno estima que la demanda nacional para todo el ciclo agrícola asciende a 195 millones de litros de diésel. En conferencia de prensa, Flores reafirmó el compromiso de asegurar el combustible de forma prioritaria y subvencionada, buscando que la producción de alimentos no se vea afectada por la falta de combustible.

Riesgos estructurales y presión sobre el sector productivo

El anuncio llega en medio de denuncias del sector agrícola que advierten que la escasez de diésel ya ha puesto en riesgo inversiones millonarias y la continuidad de cultivos ya establecidos.  Organizaciones como ANAPO han alertado que faltantes de combustible podrían comprometer hasta 350.000 hectáreas de soya sembrada y poner bajo amenaza más de US$ 1.300 millones en inversión.

El sector productivo además critica lo limitado de las entregas previas: de los 70 millones de litros requeridos para el periodo de invierno, solo se distribuyeron en total 52 millones, dejando un déficit significativo.  Esta situación obliga al gobierno a asegurar que los mecanismos logísticos transporte, estaciones móviles, puntos de distribución estén activos y operativos para minimizar demoras o pérdidas durante la campaña.

La medida también reflejaría el desafío estructural que tiene Bolivia: más del 80 % del diésel consumido es importado, según autoridades, lo que obliga a una política energética dependiente de disponibilidad de divisas y logística internacional.  En el contexto del encarecimiento global de combustibles, esta dependencia se traduce en presión sobre los costos internos y riesgos para la liquidez del Estado.

Claves para su efectividad y riesgos pendientes

Para que el anuncio tenga impacto real, será esencial que la distribución de los 35 millones de litros se realice con eficiencia, transparencia y control de pérdidas. Cualquier desvío o incumplimiento podría profundizar el déficit de combustible en zonas más remotas.

Finalmente, aunque la medida ayuda a aliviar el inmediato déficit, no resuelve los desafíos estructurales que rodean al sector energético boliviano: dependencia de importaciones, desgaste de infraestructura, falta de reservas internas de diésel y presión fiscal por los subsidios. El verdadero efecto dependerá de si este impulso puede consolidarse en un cambio de mediano plazo hacia mayor autosuficiencia energética.