Los avicultores bolivianos atraviesan una situación crítica debido a los constantes bloqueos en las carreteras, que han paralizado el transporte de insumos esenciales para la producción de aves y huevos. Según representantes del sector, la falta de acceso a alimento balanceado y el deterioro de la cadena de suministro han generado pérdidas económicas considerables, estimadas en alrededor de 4 millones de dólares.

A estas complicaciones se suma la escasez de diésel, indispensable para el funcionamiento de las granjas y la distribución de productos. La falta de este combustible ha agravado aún más la situación, limitando las operaciones logísticas y afectando directamente la capacidad de los avicultores para mantener la producción. En este contexto, algunos productores han advertido que el colapso total del sector es inminente si no se toman medidas urgentes para restablecer el suministro de diésel y desbloquear las rutas principales.

«Estamos viviendo una situación catastrófica. Si esto continúa, no solo nosotros como avicultores seremos los afectados, sino toda la población, ya que habrá escasez de productos esenciales como el pollo y los huevos», señalaron los productores, quienes además recalcan que la recuperación del sector podría tomar meses, incluso después de que se levanten los bloqueos.

Además de las pérdidas económicas inmediatas, se teme que la falta de productos avícolas incremente los precios de alimentos básicos, lo que afectaría directamente a los consumidores bolivianos. Este tipo de crisis no solo impacta a los productores, sino que se extiende a toda la cadena productiva, desde los proveedores de insumos hasta los transportistas y los puntos de venta finales. La inestabilidad en el sector avícola puede tener repercusiones en la economía nacional, dada la importancia de este mercado en la canasta familiar boliviana.