La OCDE anticipa un crecimiento económico estable y una inflación controlada, abriendo la puerta a políticas monetarias más flexibles.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha señalado que la economía mundial está entrando en una fase de estabilidad, gracias a la reducción de la presión inflacionaria. Este entorno permitirá a los bancos centrales continuar con una flexibilización cautelosa de sus políticas monetarias.
Resiliencia Económica y Moderación de la Inflación
En los últimos meses, el crecimiento económico ha demostrado ser resistente, con una inflación que sigue moderándose. Los indicadores actuales sugieren un impulso continuo en el sector de servicios, según el informe presentado por la OCDE desde su sede en París. Esta resiliencia económica es un indicativo de que las políticas implementadas por los gobiernos y las instituciones financieras están teniendo el efecto deseado.
La organización ha realizado solo pequeños ajustes en sus perspectivas desde mayo para la mayoría de los países, elevando ligeramente su previsión de crecimiento mundial para 2024 en 0,1 puntos porcentuales, situándola en un 3,2%. Este ritmo de crecimiento se espera que se mantenga también en 2025. La OCDE prevé que la inflación alcanzará su objetivo en la mayoría de las naciones del Grupo de los 20 para finales de 2025.
Perspectivas y Riesgos Persistentes
Las proyecciones de la OCDE son tranquilizadoras, indicando un crecimiento estable o en mejora y una inflación moderada. Sin embargo, la organización advierte que los principales bancos centrales deben adoptar un enfoque prudente, basándose en datos y reduciendo las tasas de interés a un ritmo más lento que el observado en 2022 y 2023. Este enfoque cauteloso es esencial para evitar posibles desequilibrios económicos y mantener la estabilidad financiera a largo plazo.
Hasta ahora, los bancos han seguido esta estrategia. La Reserva Federal de EE.UU. es la única institución del Grupo de los Siete que ha optado por una reducción de medio punto, mientras que el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá han realizado movimientos más tradicionales de 25 puntos básicos. El Banco de Japón, por su parte, continúa con una política de endurecimiento. A pesar de estas perspectivas positivas, la OCDE advierte sobre riesgos significativos para la economía mundial, incluyendo tensiones geopolíticas y comerciales, debilidad en los mercados laborales y posibles repuntes inflacionarios que podrían desestabilizar los mercados financieros. Estos riesgos subrayan la necesidad de una vigilancia constante y de políticas adaptativas que puedan responder rápidamente a cambios en el entorno económico global.
Para Estados Unidos, la previsión de crecimiento para 2024 se mantiene en 2,6%, mientras que para 2025 se ha ajustado a la baja al 1,6% desde el 1,8%. En la zona euro, las previsiones se sitúan en 0,7% para 2024 y 1,3% para 2025. Estas cifras reflejan un panorama económico mixto, donde algunas regiones muestran mayor fortaleza que otras, pero en general, se espera una tendencia de crecimiento moderado y sostenido.