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Bolivia fortalece exportaciones de carne sin comprometer el mercado interno

Bolivia fortalece exportaciones de carne sin comprometer el mercado interno

Ganaderos y Gobierno aseguran abastecimiento interno y proyectan un crecimiento económico sostenible en el sector

El Gobierno boliviano y los ganaderos del país coincidieron en que las exportaciones de carne deben mantenerse intactas, descartando cualquier tipo de restricciones. Este consenso busca no solo impulsar el desarrollo del sector ganadero, sino también asegurar la estabilidad en el mercado interno. De acuerdo con representantes de Fegasacruz, la producción nacional de carne supera ampliamente la demanda interna, lo que permite la exportación de excedentes sin poner en riesgo el abastecimiento para la población. Según datos oficiales, Bolivia produce cerca de 300.000 toneladas de carne al año, mientras que el consumo interno se sitúa en 250.000 toneladas, dejando un margen suficiente para la exportación.

Proyección económica 

El Ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, enfatizó que las exportaciones de carne representan una fuente clave de ingresos para el país, generando divisas que fortalecen la economía boliviana. En 2023, Bolivia exportó más de 30.000 toneladas de carne, principalmente a mercados como China y Perú, lo que generó ingresos por más de 150 millones de dólares.

Por su parte, los representantes ganaderos señalaron que estas exportaciones benefician no solo a los grandes productores, sino también a pequeños y medianos ganaderos, quienes ven una oportunidad de crecimiento en los mercados internacionales.

El acuerdo también incluyó medidas para asegurar que el abastecimiento interno no se vea afectado. Las autoridades recalcaron que la carne boliviana seguirá disponible a precios accesibles y con la misma calidad. Asimismo, se anunciaron controles para garantizar que las exportaciones no interfieran con el suministro local, un aspecto que ha generado preocupación en algunos sectores de la población. El diálogo entre el Gobierno y el sector ganadero pone de relieve la importancia de encontrar un equilibrio entre fomentar las exportaciones y garantizar el bienestar del mercado interno. Este modelo, según expertos, podría servir como un ejemplo de sostenibilidad económica para otros sectores productivos del país.