Los mercados bursátiles mundiales registraron significativas caídas este lunes, influenciados por la creciente preocupación de una posible recesión en Estados Unidos y las políticas comerciales del presidente Donald Trump. La Reserva Federal de Atlanta ha revisado a la baja sus previsiones económicas, anticipando una contracción del PIB estadounidense del 1,5% para el primer trimestre de 2025, en contraste con la estimación previa de un crecimiento del 2,3%. Esta revisión se atribuye a factores como el aumento del déficit comercial, que alcanzó un récord en enero, y una disminución en el gasto de los consumidores.

Las recientes declaraciones del presidente Trump han añadido incertidumbre al panorama económico. Durante el Super Bowl LIX, anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, afectando incluso a aliados tradicionales como Canadá y México. Esta medida ha generado preocupación sobre una posible escalada en las guerras comerciales globales y un aumento de la inflación.

Impacto en América Latina

América Latina y el Caribe son particularmente vulnerables a una recesión en Estados Unidos debido a su proximidad geográfica y fuertes lazos económicos. Según un informe de Fitch Ratings, los principales canales de transmisión hacia la región incluyen el comercio, las remesas, el turismo y los precios de las materias primas. México, por ejemplo, podría enfrentar una recesión, cierres de fábricas y la pérdida de más de un millón de empleos en sectores clave como el automotriz y agrícola debido a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.

Además, las amenazas de deportaciones masivas por parte de la administración Trump podrían provocar una crisis migratoria y una caída del PIB en países como México. Un estudio de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) estima que tales medidas podrían resultar en una disminución del 16,3% en el PIB mexicano para 2028.

La economía boliviana, que mostró una leve recuperación con un crecimiento del 2,58% en el segundo trimestre de 2024, podría verse afectada por la desaceleración económica de Estados Unidos y las tensiones comerciales internacionales. Aunque Bolivia ha experimentado un crecimiento en sectores como electricidad, gas y agua, y otros servicios, la disminución en las exportaciones de minerales y gas natural, que representan el 49% de las exportaciones bolivianas, es motivo de preocupación.

Entre enero y mayo de 2024, Bolivia dejó de percibir más de 1.000 millones de dólares debido a la caída de sus exportaciones, principalmente de minerales y gas natural. Esta situación ha contribuido a la escasez de dólares en el país y ha elevado los precios de las importaciones, afectando la economía nacional.

Perspectivas futuras

La combinación de una posible recesión en Estados Unidos y las políticas comerciales proteccionistas de la administración Trump plantea desafíos significativos para la economía global y, en particular, para países dependientes de las exportaciones de materias primas como Bolivia. Los empresarios y consumidores bolivianos deberán estar atentos a las fluctuaciones del mercado internacional y considerar estrategias para mitigar los posibles impactos en la economía nacional.