A dos años de pandemia, muchas empresas en Bolivia han visto en el trabajo remoto una gran posibilidad para continuar creciendo, y es que, según ManPower Group, cerca del 80% de las compañías vienen priorizando esta modalidad. Además, un 90% del empresariado observó una mejora en la productividad gracias a factores como la flexibilidad horaria
A dos años de pandemia, muchas empresas en Bolivia han visto en el trabajo remoto una gran posibilidad para continuar creciendo, y es que, según ManPower Group, cerca del 80% de las compañías vienen priorizando esta modalidad. Además, un 90% del empresariado observó una mejora en la productividad gracias a factores como la flexibilidad horaria y el ahorro de tiempo entre los viajes a la oficina y de regreso al hogar.
“En Kimberly-Clark, la pasión de nuestros equipos y sus nuevos hábitos, nos motivaron a co-crear nuevos formatos y estilos de trabajo; buscando un mix entre las necesidades personales y profesionales. Por ello, creemos que es momento de incentivar un modelo de trabajo más ‘híbrido’, el cual ofrece un balance entre lo remoto y lo presencial, reconociendo los beneficios de cada modalidad para impulsar una mayor productividad en nuestros equipos; y a la vez, fomentar una cultura de confianza y flexibilidad”, afirma Nadia Abuid, gerente de Recursos Humanos de Kimberly – Clark para Perú, Chile y Bolivia.
En ese sentido, la ejecutiva de Kimberly-Clark, compañía líder en el desarrollo de productos para el cuidado personal, comparte cuatro prácticas corporativas para aumentar la productividad en el talento humano y mantener el bienestar de los colaboradores en su proceso de adopción a modalidades de trabajo híbridas.
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Construir una oficina virtual. Existen distintas herramientas y programas digitales para el desarrollo de tareas, y es importante saber identificarlas. Lo ideal es darlas a conocer internamente, de forma muy detallada, para que los colaboradores entiendan la forma en la que pueden facilitar su trabajo. Esto permitirá que comprendan los recursos a su disposición para mejorar su desempeño, ser más productivo y evitar distracciones, ya sea desde casa o en la oficina.
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Priorizar la comunicación asincrónica. Uno de los beneficios del trabajo híbrido es que cada integrante de la compañía puede desempeñarse de manera independiente, manejando su agenda y sus tiempos. Esto implica que, si bien la comunicación con otros miembros de su equipo no sea instantánea ni inmediata, las reuniones y conversaciones a distancia sean mejor aprovechadas, enfocadas y objetivas. Es importante que los colaboradores entiendan esta nueva mecánica de comunicación, y sean comprensivos al momento de comunicarse por medios virtuales. Eso sí, el mensaje debe ser claro y directo.
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Planificar el tiempo en la oficina. Al combinar la presencialidad con el trabajo remoto, lo recomendable es que las actividades de mayor envergadura y que necesiten de interacción continua, puedan discutirse y planificarse durante sesiones presenciales. Esto permitirá una retroalimentación directa y conclusiones mejor elaboradas por parte de todo el equipo; inclusive en menor tiempo. Las reuniones virtuales también son relevantes en este aspecto, ya que permitirán finiquitar detalles que quedaron en el aire o para alguna reunión de emergencia. Cabe resaltar que, para ambas formas, la información a compartir debe ser totalmente clara y detallada.
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Mantener la escucha continua. Un aspecto que pasa desapercibido desde hace un tiempo es recibir la opinión de los integrantes de un equipo. Estudios de Kimberly-Clark han evidenciado que estar abierto a nuevas ideas, escuchar perspectivas diversas, valorar los cuestionamientos y la co-creación de propuestas, son prácticas que fortalecen el ambiente laboral y nivel de compromiso de los colaboradores. Por otro lado, permitirá generar soluciones más creativas ante algún problema y motivará a cada integrante del equipo a mejorar, ya que todos buscarán aportar con más ideas en las próximas reuniones.