Alfonso «Toto» Arévalo Bolivia fue uno de los últimos países en Sudamérica que ingresó a la era de la televisión, con alcance en las ciudades de La Paz, Oruro y centros mineros, sin embargo, hoy, con los esfuerzos realizados en los últimos ocho años y los instrumentos necesarios, la señal deportiva del país puede competir
Alfonso «Toto» Arévalo
Bolivia fue uno de los últimos países en Sudamérica que ingresó a la era de la televisión, con alcance en las ciudades de La Paz, Oruro y centros mineros, sin embargo, hoy, con los esfuerzos realizados en los últimos ocho años y los instrumentos necesarios, la señal deportiva del país puede competir con cualquiera de Sudamérica y el mundo.
El fútbol es uno de los espectáculos audiovisuales más importantes, incluso, llega a competir con el cine. Las señales con mayor número de píxeles, que le dan un mejor color, gran definición de brillo y contraste, son la diferencia con las antiguas producciones.
Se instalan un mínimo de doce cámaras por partido, las jugadas se repiten en cámara lenta, cuenta con gráficas modernas y estéticamente bien presentadas, estos aspectos, dan otro nivel al producto llamado fútbol. Por eso, la apuesta de Tigo y Tigo Sports es un compromiso de gran responsabilidad en un periodo donde la calidad es una norma y el contenido debe estar a tono con la exigencia y demanda de los espectadores ¿cuál ha sido el recorrido para llegar hasta este avance?
Los primeros pasos de la televisión con el fútbol se dieron a mediados de la década del 50. En Europa y Estados Unidos se desarrollaban proyectos y estudios para hacer posible que la famosa “caja boba” proponga un gran cambio. Transmitir en directo los eventos deportivos parecía una utopía.
Los juegos olímpicos y los campeonatos mundiales fueron la mejor referencia del avance tecnológico y hasta dónde podía influir su participación. Los juegos de 1972 y el mundial del ‘74, ambos en Alemania, fueron determinantes, al registrar pasos importantes y un futuro promisorio para la televisión, así como para sus transmisiones deportivas. Pocos años después, en 1982, el despegue de las emisiones en directo del Mundial de Fútbol de España marcó un nuevo rumbo.
La economía del Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), pasarían a depender de los ingresos generados por la televisión.
Hoy no se podría entender un evento deportivo, sin la presencia de cámaras que trasladen las imágenes a millones de telespectadores.
Después, los sistemas de transmisión por cable o satélite desplazaron a las antiguas emisiones de señal abierta, generando millonarios de recursos y pasando a convertirse en el pilar más importante de su estructura y organización. Bolivia, fue uno de los últimos países en Sudamérica que ingresó a la era de la televisión. Las primeras señales surgieron el 30 de agosto de 1969, con un alcance hasta la ciudad de La Paz, Oruro y centros mineros.
El sistema PAL europeo y las 625 líneas ponían al país en una isla, junto a Paraguay y Argentina. El resto de las naciones de América central, norte y sur, habían optado por el sistema NTSC americano de 525 líneas. Hasta entonces, la única posibilidad de poner en pantalla un evento deportivo era filmando en películas de 16 milímetros, que después de revelarlas, podían ser transmitidas en la televisión.
El cambio tecnológico en la actualidad es abismal y brinda posibilidades casi infinitas para la transmisión y reproducción de contenido audiovisual. El servicio de fibra óptica ha abierto la posibilidad de recibir, en la comodidad del hogar, los encuentros deportivos en alta definición HD y de forma simultánea, lo cual, en el pasado, era impensado e imposible.
Por dar un ejemplo de lo que sucede, ahora, durante el último mes de junio el planeta estuvo conectado al fútbol de la Eurocopa y la Copa América, dos torneos de clase mundial y altamente esperados durante la cuarentena. Con aforo limitado o sin presencia de público, los hinchas se volcaron y disfrutaron ambos eventos en vivo y de manera digital. Bolivia no fue ajeno al fenómeno, y Tigo Sports emitió algo inédito para la televisión nacional: dos grandes torneos en simultáneo, con alta calidad de transmisión, producción y soporte, logrando más de 450 horas de transmisión televisiva en vivo, entre partidos, programas y otros contenidos; lo anterior equivale a casi 20 días, de 24 horas continuas de producción en vivo. Este alcance sin precedentes, posiciona al canal como el primer referente de la televisión deportiva del país.
Regresando a julio de 1977, el fútbol y la selección nacional reclamaban la presencia de la televisión. Bolivia había derrotado a Uruguay y Venezuela, ganando en su grupo, pero no así una plaza al Mundial Argentina 78, debía jugar un triangular que se llamó liguilla, ante Brasil y Perú. La expectativa era tan grande que se hizo el milagro.
El país no tenía acceso al satélite por lo que una transmisión remota era imposible, ahí llegó el ingenio de los ejecutivos y técnicos de la televisión boliviana de la época, que idearon la manera de enlazar la señal que se generaba en Perú, hasta la frontera con Bolivia y de Copacabana. Casi manualmente, se colocaron enlaces de microondas para llegar a la planta de El Alto. Fue una apuesta extraordinaria, con un gran final, y así Bolivia vio por primera vez una transmisión en vivo y directo.
Para entonces, 1977, la televisión ya se podía ver en el país. Fue impactante realizar el relato, junto a Simón Durán, desde el estadio Pascual Guerrero de Cali, Colombia. Fue histórico ver a Brasil ganar a Perú 1-0. A partir de ese momento la imagen deportiva reclamó un espacio en la televisión. La realización de los Juegos Bolivarianos de La Paz en octubre de 1977, los partidos contra Hungría en Budapest y La Paz, el Mundial de Fútbol Argentina 78, todo en directo, fue el despegue imparable, del que nos sentimos testigos y protagonistas.
El primer gol relatado en vivo y directo nos remonta al 10 de julio de 1977. El partido Brasil – Perú por la liguilla clasificatoria al Mundial Argentina 1978, se jugó en el estadio Pascual Guerrero de Cali, Colombia. El único gol fue anotado por Gil de Brasil. Fue un domingo para recordar.
El cambio de sistema PAL* a NTSC* y la televisión a colores en enero de 1980, contribuyeron a un sostenido e influyente crecimiento de este importante medio de comunicación.
Durante 43 años las exigencias y demandas por seguir al fútbol boliviano en las pantallas de televisión, fueron una constante. El sistema analógico tuvo presencia por más 30 años, hasta la aparición de la era digital. La calidad mejoró enormemente y la tecnología puso a disposición los mejores recursos para tener una señal en audio y vídeo que pongan en el mismo escenario a los televidentes desde sus casas.
Los partidos del fútbol boliviano, pagando los derechos que correspondían, comenzaron a transmitirse en la década de los años 90. La primera experiencia fue traumática para la red ATB que puso al aire la primera temporada sin éxito y dio un paso al costado.
Había poco interés de parte de la población y por su lado, la Federación Boliviana de Fútbol, decidió vender en “combo” los partidos de la clasificación al Mundial de Francia 1998 y los torneos del futbol profesional en las gestiones 1996-1997- 1998. La empresa argentina PRODUFE, asociada a TELEFE, se hizo del paquete. En realidad, les interesaba tener los derechos universales de la selección boliviana, razón por la que concedió a Deporte Total y Bolivisión, la autorización de producir y transmitir el torneo nacional.
Allí comenzó a proyectarse a la televisión como el gran apoyo económico para el fútbol. Fue una gestión exitosa, tanto así, que la cadena televisiva Unitel obtuvo los derechos, en la primera licitación pública. Hasta entonces, solo se transmitían los partidos más importantes de cada fecha. Una gran limitación era la técnica, ya que las producciones de los partidos se apoyaban en los equipos técnicos de cada canal, además que los costos de transmisión satelital limitaban más la posibilidad de distribuir señales simultáneas de los diferentes partidos.
Al inicio de este nuevo siglo, los sistemas de cable cobran una importancia que supera todo cálculo, la demanda del mercado crece y el fútbol en directo es la mejor opción para captar una mayor cantidad de abonados.
La asociación ENTEL- Atb – Bolivia Tv, obtiene los derechos de transmisión y asume la tarea de producir, emitir y comercializar el evento. Todavía la señal era analógica, pero ya asomaba la alta definición, HD. La empresa Sports Tv Right adquirió los derechos y se los vendió a Tigo quien toma el control y con la novedad de estar en las canchas y con unidades móviles de una empresa argentina y después una portuguesa, levantan el nivel y calidad de las transmisiones.
Es bueno destacar que en Bolivia se superaron las etapas con mucha voluntad y las empresas que se encargaron de producir la señal cumplieron su cometido, con los equipos que podían contar. El reto está en alcanzar el mismo sentido profesional en la organización de los campeonatos, para lo que se requiere un trabajo conjunto entre los clubes y la Federación Boliviana de Fútbol.