Javier Milei, el presidente electo de Argentina, ha buscado un acercamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por varias razones.

En primer lugar, Argentina tiene una deuda de 44.000 millones de dólares con el FMI. Esta deuda se contrajo en 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri firmó un acuerdo con el organismo para obtener un préstamo de 57.000 millones de dólares. Milei ha criticado duramente ese acuerdo, pero ha reconocido que es necesario honrar la deuda.

En segundo lugar, Argentina atraviesa una crisis económica. La inflación está en niveles récord, el desempleo es alto y el crecimiento económico es débil. Milei ha prometido tomar medidas para combatir la inflación y reactivar la economía, pero ha reconocido que necesita el apoyo del FMI para hacerlo.

En tercer lugar, Milei busca el reconocimiento internacional de su gobierno. El FMI es una institución importante a nivel mundial, y el acercamiento con el organismo podría ayudar a Milei a consolidar su posición como presidente.

El acercamiento de Milei con el FMI ha sido criticado por algunos sectores de la oposición, que consideran que el presidente electo está traicionando sus principios libertarios. Sin embargo, Milei ha defendido su decisión, argumentando que es necesario pragmatismo para resolver los problemas económicos de Argentina.

En la reunión que Milei mantuvo con representantes del FMI el 1 de diciembre de 2023, el presidente electo planteó su plan económico para Argentina. Milei se comprometió a reducir el gasto público, a bajar los impuestos y a liberalizar la economía. El FMI se mostró dispuesto a cooperar con el gobierno de Milei, pero advirtió que el país deberá cumplir con ciertos requisitos para obtener su apoyo.

Es probable que las negociaciones entre Argentina y el FMI continúen en las próximas semanas. El resultado de estas negociaciones podría tener un impacto significativo en la economía argentina y en la política del país.