La FAO reporta un aumento global del 3.9%, impactando productos básicos
El incremento en los precios de productos básicos, como la carne, el arroz y el aceite, está impactando a las familias bolivianas, que deben ajustar sus compras y priorizar necesidades en medio de un panorama económico incierto. El costo de los alimentos esenciales ha mostrado un aumento significativo en Bolivia durante las últimas semanas, siguiendo una tendencia global de encarecimiento. Según datos recientes, el precio de la carne de res se incrementó en más de un 10%, mientras que el arroz y el aceite registraron alzas de entre el 5% y el 7%. Estos incrementos han puesto en jaque la capacidad adquisitiva de las familias, muchas de las cuales han optado por reducir la cantidad o calidad de los productos que compran.
A nivel global, el índice de precios de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) repuntó un 3.9% en noviembre, impulsado principalmente por el alza en los aceites vegetales y cereales. Este panorama afecta directamente a Bolivia, que importa una parte significativa de sus alimentos, lo que agrava el impacto en los costos locales.
Por otro lado, empresarios del sector alimenticio señalan que los factores detrás del incremento incluyen el aumento en los costos de producción, el precio del combustible y los desafíos logísticos internacionales. «Es un contexto complejo. Los productores locales también enfrentan costos altos, lo que se traslada inevitablemente al consumidor final», afirmó Jorge López, analista económico.
El impacto no solo recae sobre las familias, sino también sobre los pequeños comerciantes. Ante esta situación, expertos recomiendan que el Gobierno impulse medidas para apoyar a los sectores más vulnerables, como subsidios específicos o políticas para fomentar la producción local. Además, instan a la población a diversificar sus hábitos de consumo, buscando alternativas más económicas para garantizar una alimentación equilibrada.