La Agencia Internacional de la Energía alerta sobre un crecimiento más lento debido a factores económicos y cambios en el consumo energético.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento en la demanda mundial de petróleo para el resto de 2025, anticipando un aumento de 650.000 barriles diarios, frente a los 990.000 barriles diarios registrados en el primer trimestre del año. Esta desaceleración se atribuye a factores económicos adversos y a una transición energética más acelerada de lo previsto.
Factores que influyen en la desaceleración de la demanda
La AIE señala que el debilitamiento del consumo de petróleo se debe a «vientos económicos en contra», incluyendo una desaceleración económica global y una adopción más rápida de vehículos eléctricos y fuentes de energía renovable. Además, la incertidumbre comercial y las tensiones geopolíticas han contribuido a una menor demanda en economías emergentes clave como China e India.
Toril Bosoni, jefa de la división de industria y mercados petroleros de la AIE, declaró que «estamos viendo signos claros de que la economía mundial se está ralentizando y de que el crecimiento de la demanda de petróleo se está desacelerando».
Impacto en los precios del petróleo y la producción
La disminución en la demanda ha tenido un efecto directo en los precios del petróleo. Recientemente, los futuros del Brent cayeron brevemente a mínimos de cuatro años, aunque se han recuperado ligeramente hasta situarse cerca de los US$65 por barril.
En respuesta a estos cambios, la AIE también ha ajustado sus expectativas sobre la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, reduciendo las perspectivas debido al descenso de los precios del crudo.
Perspectivas para el mercado petrolero
A pesar de la desaceleración prevista, la AIE ha elevado ligeramente su pronóstico de crecimiento anual de la demanda para 2025 a un promedio de 740.000 barriles diarios, impulsado por una mejora en las perspectivas económicas y precios del petróleo más bajos que fomentan el consumo.
Sin embargo, la agencia advierte que la oferta superará a la demanda, lo que podría llevar a un aumento en los niveles de almacenamiento de petróleo y ejercer presión adicional sobre los precios. Se espera que el suministro global de petróleo aumente en 1,6 millones de barriles diarios en 2025, principalmente debido a una mayor producción de Arabia Saudita