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Impuestos digitales a Big Tech provocan amenaza tributaria desde Washington

Impuestos digitales a Big Tech provocan amenaza tributaria desde Washington

La nueva legislación fiscal estadounidense propone aumentar los impuestos a inversionistas de países que aplican tasas digitales a gigantes tecnológicos como Google y Meta, intensificando las tensiones comerciales con aliados clave.

Estados Unidos ha dado un paso firme en su política fiscal internacional al aprobar en la Cámara de Representantes una ley que busca penalizar a países que imponen impuestos digitales a empresas tecnológicas estadounidenses, mediante incrementos significativos en las tasas impositivas aplicables a inversionistas de esas naciones.

EE.UU. responde a impuestos digitales con medidas fiscales punitivas

El proyecto de ley, aprobado el 22 de mayo, introduce una cláusula que permitiría aumentar progresivamente los impuestos sobre ingresos pasivos—como dividendos, intereses y regalías—de inversionistas provenientes de países que aplican impuestos digitales a empresas estadounidenses. La tasa podría incrementarse hasta en 20 puntos porcentuales sobre la tasa legal actual.

Esta medida afectaría a países como Canadá, Reino Unido, Francia y Australia, que han implementado o propuesto impuestos sobre servicios digitales dirigidos a grandes tecnológicas como Alphabet Inc. (GOOGL) y Meta Platforms Inc. (META).

La legislación también busca anular normas especiales para organismos gubernamentales, incluyendo bancos centrales, que actualmente gozan de ciertos beneficios fiscales en EE.UU.

Repercusiones globales y tensiones con aliados

La iniciativa ha generado preocupación entre aliados tradicionales de EE.UU., quienes consideran que estas medidas podrían vulnerar acuerdos fiscales bilaterales de larga data. La imposición de aranceles y restricciones fiscales podría desencadenar represalias y complicar las relaciones comerciales internacionales.

En Europa, países como Reino Unido y Polonia están reevaluando sus políticas fiscales digitales ante la amenaza de sanciones estadounidenses. Mientras Londres considera ajustes para evitar represalias, Varsovia mantiene una postura firme en defensa de su soberanía fiscal.

La Unión Europea, por su parte, estudia posibles respuestas, incluyendo la aplicación de nuevas regulaciones a las grandes tecnológicas estadounidenses, en un intento por equilibrar las relaciones comerciales y fiscales con Washington. La aprobación de esta ley podría marcar un punto de inflexión en las relaciones fiscales internacionales, especialmente en un momento en que la OCDE busca establecer un marco global para la tributación de la economía digital. La postura de EE.UU. podría obstaculizar estos esfuerzos y generar una fragmentación en las políticas fiscales a nivel mundial.