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Eventos cancelados, divisas perdidas: Santa Cruz siente el golpe económico

Eventos cancelados, divisas perdidas: Santa Cruz siente el golpe económico

La cancelación de la sede de la final Sudamericana en Santa Cruz genera pérdidas financieras directas de entre 40 y 45 millones de dólares, afectando a hotelería, restauración, transporte y comercio. El revés salarial agrava una industria turística aún frágil tras la pandemia.

La decisión de CONMEBOL de trasladar la final de la Copa Sudamericana a Asunción, Paraguay, dejó a Santa Cruz sin una de sus mejores oportunidades para reactivar el sector turístico. En los días previos, hoteles locales habían alcanzado el 100 % de ocupación ante la expectativa de recibir unos 40 000 visitantes extranjeros. Empresarios del sector hotelero estiman pérdidas superiores a los USD 45 millones por cancelaciones masivas de reservas, mientras que Cabotur y otras organizaciones del sector mencionan un impacto total en turismo de hasta USD 30 millones.

La suma de pérdidas directas de ambos sectores se aproxima a los USD 75 millones, según estimaciones preliminares del sector privado. Este impacto se extiende más allá del evento; restaurantes, transporte, agencias de viajes, tiendas y proveedores de servicios también habían anticipado beneficiarse de la afluencia de turistas nacionales e internacionales.

Los beneficios económicos esperados no se limitarían al evento deportivo en sí, sino que incluirían una cadena de consumo que se extiende a destinos turísticos como la Chiquitanía, Madidi o el Salar de Uyuni. Durante el Mundial de 2022 en Qatar y otros torneos globales, eventos deportivos similares demostraron tener un impacto multiplicador sustancial sobre el mercado hotelero y el transporte aéreo. Santa Cruz perdió una ventana de oportunidad para mostrar su potencial como hub regional de eventos y atraer turismo externo.

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Desde Cainco y la Cámara Hotelera, se lamenta que la falta de coordinación institucional haya derivado en un evento frustrado. En un comunicado conjunto se afirmó que «este revés no disminuye nuestra convicción. Santa Cruz seguirá consolidándose como destino competitivo para encuentros deportivos y corporativos».

El golpe impacta además en la imagen del país como sede de eventos internacionales. Los empresarios advirtieron que Bolivia ahora podría enfrentar escepticismo en futuras postales de torneos o ferias económicas estratégicas para su reactivación.

Repercusiones económicas a corto y mediano plazo

La suspensión de la final genera una reducción inmediata del ingreso de divisas y un crecimiento negativo del consumo turístico. El sector hotelero pierde ocupación programada, mientras el gasto promedio por visitante —alimentación, transporte local, compras— deja de producirse. La cancelación también desequilibra flujos financieros esperados en transporte aéreo, servicios corporativos y entretenimiento. Santa Cruz, una ciudad con un PIB estimado en más de USD 9.175 mil millones y con amplia oferta turística, pierde una ocasión clave para capitalizar su estructura económica y su atractivo internacional.

Una señal de alerta para la gestión de eventos

La experiencia pone de manifiesto que organizar un evento de magnitud continental como la final de la Sudamericana requiere no solo inversiones en infraestructura, sino también coordinación interinstitucional, cronogramas precisos y comunicación eficaz. Sin una planificación robusta y alianzas público-privadas sólidas, las ciudades pierden oportunidades económicas valiosas que podrían impulsar sectores clave como el turismo y la hotelería.

La cancelación de la final de la Copa Sudamericana fue más que un revés deportivo: representó un duro golpe a una industria que aún lucha por recuperarse. Las pérdidas económicas directas y los efectos multiplicadores perdidos ponen en evidencia la urgencia de fortalecer la gobernanza de eventos y garantizar que Santa Cruz pueda convertirse eventualmente en un centro competitivo de turismo deportivo y de negocios en América Latina.