Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos comenzó oficialmente la producción en el Campo Churumas, ubicado en el departamento de Tarija, consolidando uno de los proyectos gasíferos más importantes del año para fortalecer la oferta energética nacional y garantizar la sostenibilidad de las reservas.

Avance técnico y desarrollo progresivo en Churumas

El pozo CHU‑X2, perforado sobre el reservorio Arenisca N° 2, ha iniciado su etapa productiva tras haber superado con éxito pruebas extendidas durante 2023. Según YPFB, este yacimiento forma parte de una estrategia de reposición de reservas con visión de largo plazo, liderada por su subsidiaria YPFB Chaco. A esta operación se suman otros dos pozos CHU‑X3D y CHU‑4D, que ya se encuentran concluidos o en proceso, y que permitirán ampliar la capacidad productiva del área.

Además de los trabajos de perforación, la estatal ejecuta un ambicioso plan de infraestructura que incluye la construcción de instalaciones de producción en campo y una línea de transporte de gas que conectará con la Planta de San Alberto. Este corredor permitirá trasladar el gas producido con eficiencia, apuntalando la estabilidad del sistema de distribución.

Una respuesta estructural al desafío energético

En un contexto regional marcado por el agotamiento progresivo de reservas y la necesidad de nuevas fuentes energéticas, la entrada en operación del Campo Churumas representa una medida estructural clave para Bolivia. Desde YPFB se destacó que este proyecto, desarrollado con estándares técnicos avanzados, permitirá aportar volumen al sistema nacional y estabilizar el abastecimiento interno sin descuidar los compromisos externos.

Si bien el gas natural ha visto disminuir su peso relativo en el Producto Interno Bruto en los últimos años, su importancia estratégica se mantiene. Proyectos como Churumas se alinean con la necesidad urgente de revitalizar el sector energético y recuperar capacidades frente a la presión fiscal y comercial que atraviesa el país.

El desarrollo en Churumas fortalece no solo la seguridad energética de Bolivia, sino también su reputación como proveedor responsable en el ámbito regional. Con nuevas reservas en evaluación y proyectos de transporte en curso, la estatal se reposiciona para enfrentar un entorno energético complejo y cada vez más competitivo.