La skimpflation es una forma de inflación que consiste en que las empresas reducen la cantidad de producto o servicio que ofrecen a los clientes, sin reducir el precio o incluso incrementándolo. Esta práctica puede tener un impacto negativo en los consumidores, ya que les hace pagar más por menos.
La skimpflation es un fenómeno económico que consiste en que las empresas reducen la cantidad de producto o servicio que ofrecen a los clientes, sin reducir el precio o incluso incrementándolo. Esta práctica es una forma de inflación que a menudo pasa desapercibida para los consumidores, ya que no se refleja en el precio de etiqueta.
Algunos ejemplos de skimpflation incluyen:
- Reducir el tamaño de los envases: Esto es lo que se conoce como «shrinkflation». Por ejemplo, un paquete de galletas que antes pesaba 100 gramos ahora puede pesar 80 gramos, pero el precio sigue siendo el mismo.
- Ofrecer menos servicios: Por ejemplo, un restaurante que antes incluía un postre gratis con la comida ahora lo cobra por separado.
- Reducir la calidad de los productos: Por ejemplo, un fabricante de detergente puede cambiar la fórmula de su producto para que sea menos eficaz.
La skimpflation puede tener un impacto negativo en los consumidores, ya que les hace pagar más por menos. Además, puede dificultarles la comparación de precios entre productos, ya que los tamaños y las ofertas pueden variar.
Existen varias razones por las que las empresas recurren a la skimpflation. Una de ellas es para reducir sus costes, ya que les permite ahorrar en materias primas, mano de obra o servicios. Otra razón es para aumentar sus beneficios, ya que pueden cobrar el mismo precio por menos producto.
En el contexto actual de alta inflación, la skimpflation es un fenómeno que puede estar aumentando. Las empresas están tratando de compensar el aumento de los costes reduciendo la cantidad de producto o servicio que ofrecen.
Los consumidores pueden protegerse de la skimpflation siendo conscientes de este fenómeno y comparando cuidadosamente los precios entre productos. Además, pueden optar por comprar productos de marcas blancas o de fabricantes que tengan una buena reputación por ofrecer productos de calidad.
A continuación se ofrecen algunos consejos para los consumidores para protegerse de la skimpflation:
- Compara los precios: No te fijes solo en el precio de etiqueta. Compara el tamaño del envase, la cantidad de producto o servicio que se ofrece y la calidad del producto.
- Lee las etiquetas: Presta atención a la información sobre el tamaño y la cantidad del producto.
- Elige marcas blancas: Las marcas blancas suelen ser más baratas que las marcas de renombre.
- Opta por productos de fabricantes con buena reputación: Los fabricantes que tienen una buena reputación por ofrecer productos de calidad suelen ser menos propensos a recurrir a la skimpflation.