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Sin tránsito, sin producción: la economía siente el peso de los bloqueos

  • En Pais
  • 25 de junio de 2025
Sin tránsito, sin producción: la economía siente el peso de los bloqueos

La paralización de rutas clave afectó la logística, la exportación y la provisión de insumos, elevando el costo económico de la conflictividad social.

Los recientes bloqueos de carreteras en Bolivia provocaron pérdidas por más de US$ 70 millones al aparato productivo nacional, según estimaciones del sector privado. El impacto se concentra en sectores agroindustriales, logísticos, exportadores y de abastecimiento interno, lo que agudiza la incertidumbre en una economía ya presionada por la escasez de combustible y la falta de divisas.

Impacto transversal: del campo a los mercados internacionales

De acuerdo con declaraciones de líderes empresariales y datos difundidos por medios regionales, las pérdidas se acumularon en apenas dos semanas de conflicto. La Cámara Nacional de Industrias (CNI), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB) coincidieron en que las medidas de presión interrumpieron la cadena logística nacional e internacional.

La imposibilidad de transportar productos agrícolas, carne, granos y bienes industriales desde y hacia los principales centros de acopio, procesamiento y exportación causó una parálisis con efectos en toda la cadena de valor. Además, los bloqueos en zonas estratégicas como Santa Cruz, Cochabamba y Oruro provocaron demoras en la provisión de insumos y pérdidas por vencimiento o deterioro de mercancías, especialmente en rubros perecederos como el avícola y hortofrutícola.

Tensión económica en un contexto frágil

El impacto económico de los bloqueos se suma a un entorno ya desafiante para la economía boliviana: con reservas internacionales en mínimos históricos, dificultades para importar combustibles y escasez de dólares en el sistema financiero. En ese contexto, cualquier disrupción logística compromete aún más la operatividad de los sectores productivos, encarece costos y desalienta inversiones.

La CANEB había advertido previamente que la imposibilidad de cumplir con contratos internacionales de exportación podría traducirse en la pérdida de mercados estratégicos, especialmente en carne y soya. Por su parte, los exportadores han señalado que cada día de bloqueo significa millones en pérdidas por logística detenida, penalidades contractuales y afectación reputacional.

Llamado a la gobernabilidad económica

Diversos gremios empresariales pidieron al gobierno y a los sectores movilizados establecer canales de diálogo que prioricen la economía productiva, señalando que el derecho a la protesta no puede lesionar al derecho al trabajo, a la producción y al abastecimiento nacional. En paralelo, organizaciones del transporte y comerciantes minoristas también expresaron su preocupación por el aumento de precios y escasez de productos esenciales en los mercados, especialmente en zonas del altiplano y del oriente boliviano.

Los bloqueos de carreteras, más allá de su carácter político o reivindicativo, se han convertido en un factor de desestabilización económica. El costo directo de estas medidas supera los US$ 70 millones, pero el daño indirecto a la imagen país, la inversión y la confianza del mercado puede ser aún mayor si no se restablece la normalidad logística y productiva de forma sostenible.