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Siembra de verano en Bolivia alcanza casi el 100% del objetivo agrícola

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  • 24 de enero de 2025
Siembra de verano en Bolivia alcanza casi el 100% del objetivo agrícola

Un avance crucial para la economía nacional, impulsado por soya, maíz y arroz.

Bolivia ha sembrado casi el 100% del área proyectada para cultivos clave de la campaña de verano, según el Gobierno. Este logro es vital para la economía y el abastecimiento interno, a pesar de retos logísticos y de costos que enfrentaron productores de diversas escalas.

Agricultura como pilar de la economía

El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, informó que la siembra de soya, maíz y arroz ha alcanzado cerca del 100% del objetivo trazado para la campaña de verano. Esta hazaña destaca la resiliencia del sector agropecuario ante adversidades como el acceso limitado a combustibles y el encarecimiento de insumos. “El trabajo coordinado entre el Gobierno y los productores ha sido clave. Esto no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que refuerza nuestro aporte al Producto Interno Bruto agrícola, que bordea el 16% del total nacional”, señaló Flores.

El Departamento de Santa Cruz lidera esta campaña, siendo la región con mayor superficie cultivable en Bolivia. Hasta la fecha, se han sembrado aproximadamente 1,2 millones de hectáreas, con predominio de soya, uno de los cultivos más relevantes para la exportación y la economía nacional.

Los productores, aunque optimistas por el progreso alcanzado, han enfrentado desafíos estructurales. Fernando Romero, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), subrayó la importancia de mantener un suministro estable de combustibles y divisas. «El encarecimiento de insumos y la logística son barreras que debemos gestionar con políticas consistentes y un plan de largo plazo», enfatizó.

La soya sigue siendo un pilar esencial no solo por su alta rentabilidad, sino también por sus amplias aplicaciones en la producción de alimentos y biocombustibles. Asimismo, los avances en el cultivo de maíz y arroz garantizan mayor estabilidad en la cadena alimentaria boliviana, al reducir la dependencia de importaciones.

Perspectivas favorables con atención a los riesgos

El impacto de estos cultivos no es únicamente económico. Generan empleo directo e indirecto para miles de familias bolivianas. Además, los pronósticos climáticos actuales son moderadamente favorables, aunque se requiere atención constante para evitar contratiempos por plagas o sequías. El ministro Flores afirmó: “Bolivia demuestra su capacidad para afrontar retos complejos y mantener el impulso productivo. Estos resultados son reflejo de la fortaleza del sector agropecuario, pero debemos reforzar las estrategias para consolidar la sostenibilidad a largo plazo”.

Con este panorama, el agro boliviano no solo asegura un suministro alimentario clave para el país, sino que continúa perfilándose como un eje fundamental para la recuperación económica. La coordinación entre el sector público y privado será esencial para sostener y escalar este impacto positivo en el futuro cercano.