En abril se conocerán los resultados de ocho empresas internacionales que fueron seleccionadas por el gobierno boliviano para realizar pruebas piloto de extracción directa de litio (EDL), que es la nueva tecnología a la que apuesta Bolivia para impulsar la industrialización de las reservas de este mineral que se encuentra en grandes cantidades en el
En abril se conocerán los resultados de ocho empresas internacionales que fueron seleccionadas por el gobierno boliviano para realizar pruebas piloto de extracción directa de litio (EDL), que es la nueva tecnología a la que apuesta Bolivia para impulsar la industrialización de las reservas de este mineral que se encuentra en grandes cantidades en el salar de Uyuni.
Los resultados serán altamente nutritivos para la industria mundial del litio y habrá “un antes y un después” de esta etapa, según dijo el empresario e inversionista paraguayo Carlos Gill Ramírez, en el foro virtual “Oportunidades y desafíos de la industria del litio”, realizado recientemente.
YLB (Yacimientos de Litio Bolivianos) firmó convenios para el pilotaje de extracción directa de litio con Catl Brunp & Cmoc, Fusion Enertech, EnergyX, Lilac Solutions, Citic Guoan/Crig, TBEA Group, Uranium One Group y Tecpetrol.
“La demanda del litio tenderá a crecer en los próximos años de 5 a 6 veces, en ese sentido la producción debería poder acompañar esta demanda. Si bien existen proyectos de exploración de yacimientos de litio en el mundo, la velocidad de la ejecución de estos proyectos no acompañaría el crecimiento de la demanda por lo que se prevé una escasez de este producto en la próxima década”, explicó Gill Ramírez.
Por ello, es importante que estas pruebas piloto tengan éxito para poder ir a la par, con materia prima, con la demanda de los fabricantes de baterías en ultramar.
El fenómeno del cambio energético que está sucediendo en el mundo, apuntó, ha hecho real la alta demanda del litio. Inicialmente, esta demanda es impulsada e incentivada por los Gobiernos para eliminar las emisiones de carbonos, para luego ser reforzada por la gratificante experiencia de la gente en la conducción de los vehículos eléctricos y todo lo que disfrutamos de una batería (celulares, entre otros).
En cuanto a evolución del mercado del litio y su importancia en el mundo, Carlos Gill dijo que hace 20 años se tenía una demanda anual de 50.000 toneladas de litio anualmente ya que su uso estaba limitado al sector industrial. Hoy ese sector se mantiene más o menos en esos niveles, quizá con un leve incremento de hasta 70.000 toneladas.
Sin embargo, agregó, ahora la demanda del mercado es de 700.000 toneladas al año o más debido a la necesidad de almacenamiento energético (baterías ion litio). Este auge de la demanda se inicia desde el año 2016 y va en un proceso de incremento acelerado.
En su visión, el fenómeno de cambio energético que se está dando en el mundo es importantísimo y no tiene vuelta atrás y dentro de este fenómeno Latinoamérica ha sido premiada por la naturaleza con el triángulo del litio. “El triángulo del litio se debe posicionar en la geopolítica mundial, porque es la mayor reserva del mundo de litio en salares”, enfatizó Gill Ramírez.
Por otro lado, comentó que la logística es uno de los pilares de la industria del litio. “En ese sentido, en el triángulo del litio ya se tiene un sistema de logística creado, en particular en Bolivia. Esta red de logística y comercialización ya tiene una huella de carbono optimizada, equipos nuevos y tecnología suficiente para encarar el desafío”, enfatizó.