Concentración de reservas en oro plantea desafíos para enfrentar contingencias económicas
Las Reservas Internacionales Netas de Bolivia aumentaron en $us 267 millones en 2024, cerrando en $us 1.976 millones, según el Banco Central de Bolivia. Sin embargo, economistas señalan que el 96% de las reservas están concentradas en oro, lo que genera dudas sobre la capacidad de respuesta a desafíos financieros inmediatos.
Incremento en reservas, un alivio relativo
El Banco Central de Bolivia (BCB) informó que las Reservas Internacionales Netas (RIN) del país alcanzaron $us 1.976 millones a finales de 2024, mostrando una recuperación tras el crítico nivel registrado en años recientes. Este incremento se atribuye a ingresos provenientes de exportaciones de gas natural y minerales. Según datos oficiales, las exportaciones de YPFB sumaron $us 1.879 millones, mientras que las ventas de Vinto y Comibol aportaron $us 393 millones. Edwin Rojas, presidente del BCB, calificó esta recuperación como “un esfuerzo conjunto del Gobierno y los sectores productivos”. No obstante, destacó la necesidad de implementar estrategias sostenibles para incrementar la diversificación de estas reservas.
A pesar del incremento nominal, analistas como Gonzalo Chávez advierten sobre los desafíos que representa la composición de las reservas. Actualmente, el 96% de las RIN corresponde a oro, dejando solo un 4% en activos líquidos, aproximadamente $us 78 millones.
Esta situación limita al BCB para realizar intervenciones rápidas en el mercado cambiario o responder a posibles emergencias económicas. Según Chávez, “el bajo nivel de liquidez es un riesgo evidente en el contexto actual de presiones inflacionarias y falta de divisas en el mercado”.
Impacto económico
La baja disponibilidad de liquidez plantea riesgos tanto para la estabilidad cambiaria como para la confianza en la economía. Empresarios y analistas coinciden en que diversificar los activos de las reservas, priorizando una mayor proporción de efectivo, es fundamental para enfrentar desafíos externos y generar certidumbre. Asimismo, una estructura más equilibrada en las reservas ayudaría a garantizar que el Banco Central pueda cumplir con sus funciones de estabilización económica sin recurrir a medidas de emergencia o endeudamiento externo.