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Relación comercial con Brasil evidencia fragilidad exportadora boliviana

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  • 8 de septiembre de 2025
Relación comercial con Brasil evidencia fragilidad exportadora boliviana

Entre 2015 y 2025, el superávit gasífero maquilló la balanza con Brasil: sin gas, Bolivia arrastra un déficit de US$15.359 millones, según el IBCE, que advierte dependencia y escasa diversificación exportadora.

Un saldo bilateral que el gas disimula

Bolivia registró entre 2015 y 2025 un déficit global de US$65 millones en su intercambio con Brasil. Sin embargo, al descontar las exportaciones de gas natural, el déficit salta a US$15.359 millones, de acuerdo con el boletín “Bolivia: Intercambio Comercial con Brasil” del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). El dato revela que el superávit gasífero ha operado como amortiguador del desequilibrio estructural del resto de la canasta exportadora, poniendo en evidencia una alta sensibilidad del saldo bilateral a la evolución del sector hidrocarburos.

El informe subraya que Brasil se mantiene como destino relevante de exportaciones bolivianas y, a la vez, como principal origen de compras de Bolivia. El flujo importador desde el vecino país se concentra en bienes manufacturados, alimentos procesados, maquinaria y vehículos, rubros de alto peso en la matriz de demanda interna y en la inversión productiva. Esta composición explica que, fuera del gas, las compras a Brasil superen con holgura los envíos bolivianos, profundizando el rojo comercial.

Señales para la estrategia productiva

El IBCE enfatiza que la dependencia del gas para equilibrar la balanza bilateral expone una oferta exportable poco diversificada, por lo que plantea avanzar en industrialización y en la incorporación de nuevos sectores capaces de generar divisas de manera sostenida. En términos de política económica, la lectura técnica del reporte sugiere que mejorar la competitividad no tradicional—manufacturas con valor agregado y agroindustria escalada, entre otros segmentos—será determinante para reducir la brecha comercial con el principal socio regional.

Implicaciones para empresas y consumidores

Para el sector privado, la persistencia del déficit fuera del gas implica mayor exposición a costos de importación en insumos y equipos provenientes de Brasil, un factor que condiciona márgenes y decisiones de inversión. Para el consumidor, el peso de manufacturas y alimentos procesados en las importaciones puede trasladarse a precios finales cuando el tipo de cambio, la logística o la disponibilidad de divisas enfrentan tensiones. La magnitud del desbalance no gasífero refuerza la necesidad de ganar escala exportadora en cadenas con mayor valor agregado para amortiguar ciclos sectoriales del gas y estabilizar la balanza