La Federación de Petroleros de La Paz propone importar petróleo crudo vía Arica hacia las refinerías bolivianas, con capacidad suficiente para cubrir la demanda interna, como estrategia para reducir el elevado gasto en subsidios y optimizar la logística de combustible.
La Federación Departamental de Petroleros de La Paz, a través de su ejecutivo Vladimir Condori, planteó esta semana una alternativa estratégica ante la crisis de abastecimiento: importar crudo por los ductos que conectan el puerto de Arica (Chile) con Bolivia. Según Condori, esta alternativa permitiría bypass el transporte en camiones cisterna, reducir costos y aliviar el alto subsidio estatal a combustibles.
Capacidad instalada y potencial inmediato
Bolivia cuenta con dos refinerías capaces de procesar crudo: la “Gualberto Villarroel” en Cochabamba, con capacidad de hasta 40.200 barriles por día, y la “Guillermo Elder Bell” en Santa Cruz, con capacidad similar. Ambas podrían absorber el flujo importado desde Arica y cubrir la demanda doméstica de gasolina y diésel.
La infraestructura para esta operación ya fue utilizada durante décadas en sentido inverso: desde Bolivia hacia Arica. Actualmente, Bolivia busca revertir ese flujo. En 2023 el Gobierno boliviano gestionó la modernización y cambio de operación del oleoducto Sica Sica-Arica, capaz de transportar entre 18.000 y 25.000 barriles diarios. El uso invertido facilitaría la importación de crudo directamente a las refinerías estatales.
Ventajas económicas estimadas
Esta estrategia permitiría una reducción sustantiva de los costos logísticos asociados a cisternas por carretera, que son hasta 10 veces más costosos. Un informe de YPFB estima que esta opción podría reducir el precio final en hasta 40 % frente a importaciones actuales vía suelo brasileño o argentino.
Además, al importar crudo en lugar de combustibles refinados, el país aprovecharía mejor la capacidad de refinación local y reduciría la subvención fiscal directa: en 2023, el subsidio a combustibles se estimó en cerca de US$ 2.000 millones anuales, constituyendo uno de los principales gastos fiscales del país.
Desabastecimiento y presión al sector productivo
La propuesta se da en un escenario de escasez que ya se ha prolongado meses, especialmente crítico para sectores productivos como el agro. Productores de Beni, por ejemplo, protestan con bloqueos al declararse en emergencia por la falta de diésel en plena temporada de siembra de arroz. Aunque el Gobierno ha prometido resolver el abastecimiento con nuevos cargamentos para octubre, autoridades reconocen que aún no cubren completamente la demanda, especialmente del sector productivo.
Revertir el uso del ducto implica desafíos de ingeniería importantes: se requiere instalar bombas capaces de elevar el crudo por la cordillera hasta casi 4.000 metros en altiplano. Además, la capacidad de YPFB para gestionar la logística portuaria y aduanera en Arica es crucial para evitar demoras. Un retraso reciente en la descarga de buques por condiciones climáticas en el puerto ya generó cuellos de botella que afectaron los despachos programados.
Implicaciones macroeconómicas
Si se implementa, la medida reduciría el gasto fiscal en subsidios y permitiría un uso más eficiente de la infraestructura refinadora nacional. A largo plazo, también podría disminuir la dependencia del gasimportado y flexibilizar las importaciones desde Brasil, Argentina o Chile. Sin embargo, demanda financiamiento inicial para inversión logística, negociación diplomática con Chile y garantías técnicas para asegurar flujo constante y seguro.
La propuesta de importar crudo por ducto desde Arica presenta una solución concreta y técnica para aliviar una crisis energética que golpea la productividad y el costo fiscal de Bolivia. Si se materializa, podría significar un ahorro financiero sustantivo, menor dependencia de subsidiar motores de transporte y mayor control institucional sobre el abastecimiento. No obstante, su éxito dependerá del avance técnico, la coordinación binacional y la capacidad de ejecución logística para cumplir con estándares operativos y económicos exigentes.