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Productores de soya y arroz en Bolivia enfrentan crisis por escasez de diésel

Productores de soya y arroz en Bolivia enfrentan crisis por escasez de diésel

La falta de combustible amenaza la cosecha de granos esenciales, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y económica del país.

La escasez de diésel en Bolivia ha generado una crisis en el sector agrícola, afectando principalmente a los productores de soya y arroz. Esta situación compromete la recolección de cultivos fundamentales para la economía y la alimentación nacional, llevando a los agricultores a considerar medidas de presión para obtener soluciones inmediatas.

Impacto en la producción de arroz

Según Ana Isabel Ortiz, investigadora y exgerente de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), aproximadamente el 70% de la cosecha de arroz, equivalente a unas 80.000 hectáreas, aún no ha sido recolectada debido a la falta de diésel. Esta demora pone en riesgo alrededor de 300.000 toneladas del grano. Ortiz advierte que, de perderse esta cosecha, la seguridad alimentaria del país se vería seriamente afectada, ya que el arroz es un alimento básico en la dieta boliviana.

Problemas en la cosecha de soya

Los productores de soya también enfrentan dificultades similares. Eliazer Arellano, dirigente de este sector, informó que vastas extensiones de soya listas para cosechar no pueden ser recolectadas debido a la escasez de combustible. Además, las recientes inundaciones en áreas como San Julián han exacerbado la situación, ya que sin diésel es imposible operar equipos para proteger las plantaciones del agua. Ante la falta de respuestas efectivas por parte del Gobierno, los productores han convocado a una reunión en Montero para definir posibles medidas de presión que garanticen el suministro de diésel.

Repercusiones económicas y sociales

La falta de diésel no solo afecta a los agricultores, sino que también tiene implicaciones más amplias para la economía boliviana. La soya y el arroz son productos esenciales tanto para el consumo interno como para la exportación. Una disminución en su producción podría conducir a un aumento en los precios de estos alimentos, afectando a los consumidores y generando inflación en productos básicos. Además, la reducción en las exportaciones de soya podría disminuir el ingreso de divisas al país, afectando la balanza comercial y la estabilidad económica. Los representantes del sector agrícola han mantenido reuniones con el Gobierno, pero hasta ahora no se han implementado soluciones efectivas para garantizar el suministro de diésel. La urgencia de la situación requiere acciones inmediatas para evitar pérdidas mayores en las cosechas y garantizar la seguridad alimentaria del país. Los productores enfatizan la necesidad de una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades para resolver esta crisis.

Si la escasez de diésel persiste, Bolivia podría enfrentar una crisis alimentaria y económica significativa. Es esencial que el Gobierno y los productores trabajen conjuntamente para encontrar soluciones sostenibles que garanticen el suministro de combustible y la continuidad de las actividades agrícolas. Además, se deben explorar alternativas para diversificar las fuentes de energía en el sector agrícola, reduciendo la dependencia del diésel y fortaleciendo la resiliencia del sector ante futuras crisis.