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Precios récord globales de carne abren margen para Bolivia en mercados externos

Precios récord globales de carne abren margen para Bolivia en mercados externos

Mientras los precios internacionales de la carne alcanzan máximos históricos, Bolivia busca posicionarse como proveedor confiable. La clave será equilibrar abastecimiento interno y competitividad externa para aprovechar el contexto.

El panorama mundial de la carne muestra una dinámica alcista inusual. En septiembre, el índice de precios de la FAO para las carnes alcanzó un nuevo pico histórico, impulsado por aumentos pronunciados en bovino y ovino, mientras que los precios de cerdo y aves se mantuvieron relativamente estables.  También se señala que Brasil, EE. UU. y México registran fuertes revalorizaciones en sus mercados locales, bajo una combinación de demanda firme e interrupciones en la oferta global.

Entre los factores que explican este fenómeno global se encuentran la escasez de oferta exportable en algunos países, costos elevados en insumos, presiones logísticas y arancelarias, y un reajuste en las cadenas de valor hacia productos con mayor valor agregado. En este escenario, los países cuyo sector cárnico está orientado a mercados internacionales captan mayor parte de ese diferencial de precios.

La posición de Bolivia: entre oportunidad y desafíos

Bolivia ha logrado avances en su actividad exportadora cárnica: entre 2021 y 2025 sus ventas externas de carne bovina suman US$ 797 millones, con China concentrando alrededor del 74 % del destino. En 2025, el país habilitó cupos exportables de 44.000 toneladas para carne bovina, de las cuales ya se vendieron más de 28.600 toneladas. Estos logros indican que Bolivia ya está operando como proveedor confiable ante mercados exigentes.

Sin embargo, para convertirse en beneficiario neto del alza global de precios, Bolivia debe superar obstáculos internos: infraestructura frigorífica limitada, altos costos logísticos, deficiencias en trazabilidad e inocuidad, y un mercado interno que sigue bajo presión por los precios domésticos de alimentos. El país necesita consolidar cadenas productivas integradas, fortalecer regulaciones sanitarias y expandir acuerdos comerciales que protejan su ingreso frente a barreras arancelarias o cupos en mercados claves.

Riesgos potenciales y estrategia para capitalizar el momento

La coyuntura de precios altos no estará garantizada indefinidamente. Un ajuste abrupto en oferta global, cambios regulatorios en mercados importadores o reequilibrios logísticos podrían revertir tendencias. Bolivia debe actuar ahora para consolidar su posición: asegurar abastecimiento interno, evitar restricciones exportadoras que penalicen productores y aprovechar los márgenes altos para reinvertir en mejoras tecnológicas y expansión de capacidad.

Si lo logra, Bolivia puede convertirse en uno de los pocos países latinoamericanos que no solo exporta carne, sino que captura una porción más amplia del valor generado. Pero ese trajinar exige disciplina institucional, inversión estratégica y una visión de largo plazo capaz de transformar una oportunidad coyuntural en ventaja estructural.