El Gobierno boliviano anunció la reducción en los precios de la gasolina premium y ultra premium, junto con nuevas condiciones para la comercialización del diésel de ultra bajo azufre (ULS), marcando un cambio clave en su estrategia energética.
Los precios de la gasolina premium y ultra premium han sido ajustados, haciéndolos más competitivos en el mercado. Desde este mes, la gasolina premium tendrá un costo de 4,95 bolivianos por litro, mientras que la ultra premium se fijará en 5,50 bolivianos por litro. Este cambio representa una reducción significativa, especialmente para consumidores que priorizan combustibles más eficientes y menos contaminantes.
La medida busca equilibrar el acceso a productos de mayor octanaje con un impacto positivo en la economía de los consumidores. Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el ajuste responde a una estrategia que combina incentivos al uso de combustibles limpios y una mejora en la logística de distribución.
Por su parte, el diésel de ultra bajo azufre (ULS), de creciente demanda en el sector industrial y de transporte, presenta un esquema innovador. En lugar de un precio regulado, se permitirá la negociación directa entre proveedores y consumidores bajo contratos específicos. Esta medida tiene como objetivo asegurar un abastecimiento constante y flexible, adaptado a las necesidades de cada sector. Según representantes del Ministerio de Hidrocarburos, esta política fortalecerá la transparencia en el mercado y reducirá intermediarios, promoviendo acuerdos justos y confiables. Además, se espera que la competitividad de este segmento ayude a optimizar los costos operativos en actividades claves para la economía nacional, como la logística y el comercio.
Si bien los precios de los combustibles regulares, como la gasolina especial, no fueron afectados por los cambios, los analistas proyectan que esta decisión podría influir positivamente en sectores clave de la economía. Una reducción en costos logísticos beneficiará directamente a las empresas nacionales y, a mediano plazo, podría reflejarse en precios más estables para bienes de consumo masivo.