La paralización de dos plantas clave de YPFB por falta de gas y mantenimiento preocupa a sectores económicos, con impacto en la industria y exportaciones.
La interrupción de operaciones en las plantas de YPFB ha encendido alarmas sobre la estabilidad del suministro energético en Bolivia. Esta situación no solo afecta la generación de electricidad, sino que también tiene repercusiones directas en sectores industriales que dependen del gas natural como insumo principal.
Impacto en la producción industrial
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO) ha manifestado su preocupación ante la restricción en el uso de gas natural para la autogeneración de energía eléctrica en las industrias. Luis Fernando Strauss, gerente de Desarrollo Empresarial de CAINCO, señaló que esta medida podría incrementar en aproximadamente un 60% los costos energéticos para las empresas afectadas, lo que inevitablemente se traduciría en un alza de precios para el consumidor final. Strauss enfatizó que, aunque el gobierno busca priorizar la exportación de gas a mercados como Brasil y Argentina, es imperativo garantizar primero el abastecimiento interno para no comprometer la competitividad de la industria nacional.
Repercusiones en las exportaciones y economía nacional
La disminución en la producción de gas natural, que ha caído de 59,6 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) en 2014 a 36 MMm3d en 2023, según datos de YPFB, afecta directamente los compromisos de exportación de Bolivia. Esta reducción no solo impacta los ingresos por ventas externas, sino que también pone en riesgo la confianza de los socios comerciales en la capacidad de Bolivia para cumplir con sus contratos. Además, la menor disponibilidad de gas para el mercado interno podría obligar al país a importar este recurso en el mediano plazo, según advierten analistas en hidrocarburos.
Ante este panorama, expertos sugieren que Bolivia debe intensificar sus esfuerzos en exploración y desarrollo de nuevas reservas de gas para revertir la tendencia decreciente en la producción. Asimismo, es crucial que se implementen políticas energéticas que equilibren las necesidades del mercado interno con las oportunidades de exportación, garantizando la sostenibilidad económica y energética del país.