Carlos Pablo Klinsky, candidato al Senado por el departamento de Santa Cruz, señaló hoy que el plan de gobierno de Bolivia Dice No (BDN) es “el único que plantea una reducción general de impuestos”, para “terminar la asfixia estatal a los emprendedores”. “Entre las tres principales fuerzas políticas del país la nuestra, que lidera la
Carlos Pablo Klinsky, candidato al Senado por el departamento de Santa Cruz, señaló hoy que el plan de gobierno de Bolivia Dice No (BDN) es “el único que plantea una reducción general de impuestos”, para “terminar la asfixia estatal a los emprendedores”.
“Entre las tres principales fuerzas políticas del país la nuestra, que lidera la intención de voto en Santa Cruz, es la única que hace este planteamiento con claridad y contundencia. En los otros casos, sólo se mencionan algunas exenciones puntuales pero no un cambio general del régimen impositivo”, indicó.
El candidato al Senado subrayó que esta nueva política tributaria “será fundamental para ayudar a las empresas a capear la desaceleración que se vive en la actualidad y para recuperar el dinamismo económico en los próximos años”.
El programa de BDN plantea claramente: “Se reducirá el número de impuestos y se simplificará la carga administrativa, facilitando la responsabilidad tributaria de personas y agentes económicos. (…) Para facilitar las oportunidades económicas es imperativo reducir la cantidad de impuestos que hoy día se paga en Bolivia, la mayoría de ellos irracionales, injustificados e improductivos. (…) A ello se suma la aplicación de multas exponenciales y mayormente injustificadas, muchas de ellas de otros organismos como la Autoridad de Empresas que actúa con evidente abuso de poder y afán intimidatorio y extorsivo. Nosotros crearemos un régimen tributario con pocos impuestos, pero eficaz en su cobertura y capacidad recaudadora, con procedimientos simples y expeditos y medios digitales fáciles de manejar, de modo de ayudar —y no complicar— al cumplimiento de los deberes tributarios y que las personas no sacrifiquen su trabajo y su tiempo”.
Klinsky explicó que junto a la reducción de impuestos, que le devolverá dinero al bolsillo de los bolivianos, se dará una racionalización del gasto, con “una evaluación de las empresas estatales para sincerar su situación financiera y administrativa, eliminar la corrupción y determinar qué hacer en cada caso. Se trata de acotar este sector a un grupo de corporaciones estatales rentables y competitivas y capaces de recurrir al mercado de capitales para financiar sus inversiones”.
“Para disciplinar el manejo de las cuentas públicas se aplicará, como regla fiscal, la meta de un presupuesto equilibrado y un límite sobre el saldo de la deuda externa como porcentaje del PIB. Se dictará una Ley de Responsabilidad Fiscal como instrumento para resguardar la estabilidad económica”, añadió.