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Oro cerca de máximos históricos en 2025 ante tensiones geopolíticas y expectativas de tasas más bajas

El oro, cercano a sus máximos históricos, encapsula el impacto de factores globales como las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, la expectativa de relajación de la política monetaria estadounidense y la persistente aversión al riesgo entre inversionistas, subrayando su rol como activo de refugio.

El oro se mantiene cerca de máximos históricos, con la onza superando los 4.500 dólares en diciembre de 2025, impulsado por tensiones geopolíticas persistentes, en particular en Venezuela, y las expectativas de recortes adicionales de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. El fenómeno tiene implicaciones económicas significativas a nivel global, regional y para mercados emergentes.

Rally de metales preciosos y el contexto global

El oro ha alcanzado niveles cercanos a los máximos históricos hacia fines de diciembre de 2025, con cotizaciones por encima de 4.500 dólares por onza por primera vez, respaldado por un conjunto de factores que han reforzado su atractivo como activo refugio, según datos de mercado recopilados por Bloomberg Línea. Las fricciones geopolíticas en Venezuela, donde Estados Unidos ha bloqueado petroleros, incrementaron la percepción de riesgo global y favorecieron el flujo hacia inversiones consideradas seguras.

Este comportamiento del oro ocurre en paralelo a un entorno global donde diversos analistas y fuentes de noticias financieras señalan que los mercados han estado tomando posiciones defensivas en respuesta a la geopolítica y a las expectativas de políticas monetarias más acomodaticias. Informes recientes de Reuters destacan que el oro alcanzó máximos históricos en diciembre de 2025, con alzas superiores al 67% en el año, en medio de expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal estadounidense.

Geopolítica y demanda de activos seguros

La escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela ha sido uno de los elementos destacados por los operadores financieros como catalizador para la demanda de oro. Bloomberg Línea informó que la intensificación de sanciones y bloqueos a embarcaciones petroleras generó inquietud en los mercados de materias primas y aumentó la aversión al riesgo, favoreciendo una mayor asignación de capital hacia el metal precioso.

Además, según informes internacionales, otros factores geopolíticos, como tensiones en Medio Oriente y preocupaciones sobre la estabilidad de cadenas de suministro energéticas y comerciales, han reforzado la percepción de que el oro constituye una cobertura fiable frente a volatilidad global. Organizaciones como el Fondo Monetario Internacional y bancos centrales de varios países han incrementado sus reservas de metales preciosos como parte de estrategias de diversificación y mitigación de riesgo, un patrón confirmado por publicaciones especializadas.

Expectativas de política monetaria y movimientos de divisas

Las perspectivas sobre la política monetaria, especialmente en Estados Unidos, han creado un escenario propicio para los activos que no ofrecen rendimiento, como el oro. Con una serie de recortes de tasas ya implementados por la Fed en 2025 y expectativas de más ajustes en 2026, el costo de oportunidad de mantener oro en cartera disminuye, atrayendo mayor demanda. Bloomberg Línea señaló que los operadores anticipan hasta tres reducciones de tasas adicionales el próximo año, lo que refuerza el entorno para el oro.

Este movimiento de tasas también se ha reflejado en la fuerza relativa del dólar estadounidense, que ha mostrado debilidad frente a otras monedas, dinamizando los precios de los metales para compradores internacionales.

Implicaciones para mercados emergentes y reservas

Para economías emergentes y mercados latinoamericanos, el rally del oro implica varias consideraciones económicas relevantes. En primer lugar, el impulso por activos refugio puede ser interpretado como señal de riesgo percibido en los mercados financieros globales, lo cual repercute en los flujos de capitales hacia mercados emergentes y sus monedas. Según Bloomberg y Financial Times, la acumulación de reservas en oro por parte de algunas economías refleja una estrategia de diversificación frente a incertidumbres cambiarias y de inflación.

Además, movimientos significativos en los precios del oro pueden influir en los términos de intercambio de países exportadores de metales preciosos, afectando balanzas comerciales e ingreso de divisas si estos sectores tienen peso en la estructura exportadora.

El comportamiento del oro en 2025, cerca de máximos históricos, constituye un barómetro de la percepción de riesgo global y de las expectativas sobre políticas monetarias en economías avanzadas. Su papel como activo refugio se ve reforzado en contextos de incertidumbre geopolítica, tensiones comerciales y cambios en las tasas de interés. Para mercados emergentes y economías latinoamericanas, este fenómeno resalta la importancia de estrategias de diversificación de reservas y de mecanismos de gestión de riesgo ante escenarios de volatilidad financiera internacional.