En plena ofensiva proteccionista, Estados Unidos elevó los aranceles al acero y al aluminio del 25 % al 50 % a partir del 4 de junio, una medida que ya está repercutiendo en los costos de exportación desde América Latina, según un informe de Goldman Sachs citado por Bloomberg Línea.

Las nuevas tarifas implican que el arancel efectivo promedio para varios países latinoamericanos incluidos Brasil, Argentina, México, Colombia, Chile, Ecuador y Perú aumentará del 7,3 % al 8,7 %. La magnitud del impacto varía según la estructura exportadora de cada nación, pero el aumento tarifario hace más costosa la salida de productos metálicos hacia el mercado estadounidense

El informe destaca que Brasil enfrentará el mayor incremento: los aranceles efectivos para sus exportaciones de acero podrían aumentar en más de dos puntos porcentuales. Argentina y México también sufrirán incrementos considerables, mientras que Colombia, Chile, Ecuador y Perú tendrán efectos menos pronunciados pero igualmente presentes .

La medida de Washington también se enmarca en un entorno de creciente tendencia proteccionista: Goldman Sachs anticipa la posibilidad de nuevos aranceles a productos farmacéuticos, semiconductores, minerales críticos  y madera, lo que podría elevar aún más los costos comerciales para América Latina

Repercusiones económicas y perspectivas regionales

Este aumento tarifario afecta principalmente a cadenas de valor que dependen de exportaciones ligadas a metales manufacturados o derivados del acero y aluminio. Sectores nacionales como el automotriz, la construcción y la industria energética —que utilizan estos insumos— sufrirán sobrecostos, lo que también podría traducirse en mayor presión sobre los precios domésticos.

Además, el endurecimiento de barreras comerciales fragiliza la planificación de empresas latinoamericanas que exportan a EE.UU. En un escenario donde se anticipan nuevos impuestos sobre minerales, semiconductores o farmacéuticos, la diversificación de mercados y la renegociación de acuerdos comerciales pueden convertirse en estrategias clave.

Mirada estratégica: adaptación y diversificación

Frente a este panorama, algunas empresas y gobiernos regionales están estudiando opciones para absorber parcialmente los costos —como el reajuste de precios—, mientras otros analizan rutas alternativas hacia mercados asiáticos o europeos, donde las condiciones comerciales pueden ser más favorables. También crece la importancia de acelerar procesos de industrialización con mayor contenido tecnológico local, lo que podría amortiguar las barreras arancelarias mediante agregación de valor y beneficios fiscales en destino.

Para algunos analistas, la situación plantea un reto estructural: la región necesita repensar sus cadenas productivas y focalizarse en bienes con menor exposición a barreras comerciales binarias como el acero o aluminio.