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Menos comercio, menos crecimiento: el freno económico de América

  • En Mundo
  • 7 de marzo de 2025
Menos comercio, menos crecimiento: el freno económico de América

Las exportaciones pierden dinamismo y afectan el crecimiento regional

El comercio exterior, históricamente un motor clave del crecimiento en América, está perdiendo fuerza. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la participación de las exportaciones en el Producto Interno Bruto (PIB) de la región ha caído en la última década, reflejando una desaceleración global del intercambio de bienes y servicios.

Un cambio de tendencia en el comercio global

Durante años, el comercio fue una palanca de crecimiento para América Latina y América del Norte, impulsado por tratados comerciales, cadenas de valor integradas y el auge de los mercados emergentes. Sin embargo, diversos factores han frenado esta dinámica. Entre ellos, la reconfiguración de las cadenas de suministro tras la pandemia, el aumento del proteccionismo y la volatilidad en los precios de las materias primas han afectado la capacidad exportadora de los países de la región.

En América del Sur, el impacto es particularmente visible en economías dependientes de los commodities, donde las exportaciones han perdido competitividad debido a la menor demanda de grandes consumidores como China. Bolivia, por ejemplo, ha experimentado una caída en su comercio exterior, lo que evidencia las dificultades estructurales de la región para sostener un crecimiento basado en las exportaciones.

Norteamérica y el impacto del relocalización industrial

Si bien en América del Sur el comercio enfrenta obstáculos, en América del Norte la situación es distinta. Estados Unidos y México han registrado un aumento en el relocalización industrial, con empresas relocalizando su producción en estos países para reducir costos y minimizar riesgos geopolíticos. Este fenómeno ha favorecido a sectores como la manufactura automotriz y la tecnología, generando oportunidades para inversiones extranjeras y fortaleciendo la relación comercial entre ambos países.

Sin embargo, la región no está exenta de desafíos. La inflación persistente en EE.UU., los cambios en las políticas comerciales y las tensiones con China siguen siendo factores que generan incertidumbre para el comercio. Además, México enfrenta obstáculos en materia de infraestructura y logística que pueden limitar el potencial de crecimiento del relocalización industrial en el mediano plazo.

De cara al futuro, la región necesita estrategias para revitalizar su comercio exterior y adaptarse a los cambios en la economía global. La diversificación de mercados, la modernización de infraestructuras y el fortalecimiento de acuerdos comerciales serán claves para mejorar la competitividad de los países americanos. En este contexto, organismos como el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) instan a los gobiernos a adoptar políticas que faciliten el comercio y fomenten la inversión en sectores estratégicos. Solo con reformas estructurales y una visión de largo plazo, América podrá recuperar el dinamismo de su comercio y sostener su crecimiento en un entorno global cada vez más complejo.