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La CAO marca el rumbo: reclamo por reglas claras, tecnología y exportación en el campo boliviano

  • En Pais
  • 15 de noviembre de 2025
La CAO marca el rumbo: reclamo por reglas claras, tecnología y exportación en el campo boliviano

La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) presentó al Gobierno un paquete de proyectos de ley y decretos destinados a desbloquear la inversión y la producción agropecuaria, mediante cambios en la verificación de la Función Económica Social (FES), liberalización de insumos y nuevas normas para biotecnología y exportaciones.

Propuestas clave de la CAO para reactivar el agro

En un encuentro con el vicepresidente Edmand Lara y el ministro interino de Desarrollo Productivo, Óscar Mario Justiniano, la CAO entregó un conjunto de proyectos normativos para transformar el entorno regulatorio del sector. Entre las iniciativas más relevantes figura la revisión de los plazos de verificación de la Función Económica Social (FES), con el objetivo de brindar mayor seguridad jurídica a quienes invierten en tierras agrícolas.

Otra propuesta destacada es la liberación temporal de la importación de maquinaria agrícola e insumos, para reducir barreras al acceso de tecnología productiva. Asimismo, la CAO pide medidas para facilitar las exportaciones de carne y una apuesta por la biotecnología, mediante regulaciones más modernas que permitan su uso seguro y competitivo.

Ventajas macroeconómicas y para el sector productivo

Estas reformas podrían desencadenar beneficios económicos significativos. Al dar certeza legal sobre el uso de la tierra y flexibilizar la importación de tecnologías e insumos, Bolivia estaría en condiciones de aumentar su productividad con inversiones más seguras. Esto no solo reforzaría la competitividad interna, sino que también abriría la posibilidad de incrementar las exportaciones agropecuarias, generando mayores divisas.

Desde el punto de vista del sector privado, estas medidas pueden catalizar una reactivación inmediata: con más inversión en tecnología, los productores podrían mejorar rendimientos sin necesariamente expandir la frontera agrícola, reduciendo costos y fortaleciendo la cadena de valor agropecuaria. Además, la apuesta por la exportación puede conectar el agro boliviano con mercados más amplios, lo que es clave para consolidar su papel como generador de divisas.

Riesgos y desafíos estructurales

No obstante, el éxito de estas propuestas depende de un impulso político real y sostenido. Para que las reformas tengan impacto, será necesario que las mesas técnicas anunciadas funcionen con eficiencia y que los decretos y leyes sean aprobados con plazos claros. Además, el sector debe lidiar con factores críticos como la fluctuación del precio del diésel —un insumo clave para la siembra y la cosecha— y la falta de seguridad para los ciclos agrícolas, especialmente en contextos de bloqueos o crisis logísticas.

Otro punto delicado es el uso de biotecnología: aunque puede aumentar la productividad, su regulación no puede ser improvisada ni generar conflictos sociales. La CAO debe demostrar que sus propuestas están alineadas con prácticas sustentables y estándares ambientales para conseguir aceptación amplia y sostener la inversión a largo plazo.

Las propuestas de la CAO representan una oportunidad estratégica para reactivar el agro boliviano, aumentar su contribución al PIB y fortalecer su capacidad exportadora. Si el Gobierno actúa con decisión y coordina con el sector privado, este conjunto de reformas podría ser uno de los ejes centrales para impulsar la producción, generar divisas y mejorar la seguridad alimentaria. Sin embargo, la clave estará en su implementación rápida y transparente. Para evitar que estas buenas ideas se queden en el papel, se necesita un compromiso real entre los productores, el Estado y los inversionistas para transformar el potencial rural en dinamismo económico concreto.