La actriz dice ser admiradora del destilado boliviano, tras degustarlo por primera vez en su visita por Uyuni para rodar varios capítulos de la “Reina del Sur”. La reconocida actriz mexicana, Kate del Castillo, estuvo en Bolivia para las grabaciones de 30 capítulos de la próxima temporada de la novela “La Reina del Sur”. En
La actriz dice ser admiradora del destilado boliviano, tras degustarlo por primera vez en su visita por Uyuni para rodar varios capítulos de la “Reina del Sur”.
La reconocida actriz mexicana, Kate del Castillo, estuvo en Bolivia para las grabaciones de 30 capítulos de la próxima temporada de la novela “La Reina del Sur”. En su estadía por el país, Del Castillo visitó el Salar de Uyuni y se hospedó en el hotel Palacio de Sal; el propietario del establecimiento, Juan Gabriel Quesada, narró la anécdota de cómo la actriz recibió en sus manos una copa del Singani boliviano y cómo, noche a noche, fue probando diferentes combinaciones hasta convertirse en una seguidora de la bebida.
“Kate estuvo aproximadamente diez días grabando en el salar, junto a los productores de la novela. Recuerdo que la primera noche, ella se acercó al bar del hotel y pidió un shot de tequila, yo amablemente le ofrecí degustar un Chuflay, porque es un trago tradicional boliviano. Cuando la mexicana probó el coctel, quedó asombrada por el sabor. Desde entonces, cada noche regresaba al bar para probar distintas combinaciones del destilado, como, por ejemplo, Don Lucho de Oro en las rocas”, recuerda Quesada.
La actriz declaró en una entrevista: “Me encanta el tequila… pero ahorita soy fan del Singani, me encanta, está bien rico de verdad, es una bebida alegre…”, dijo.
Al despedirse de Uyuni, Del Castillo y miembros de la producción recibieron, cada uno, una botella de Don Lucho de Oro, que es el producto premium de la destilería Casa Real. “Brindamos este obsequio para que la fama de nuestra bebida emblema nacional llegue a más lugares del mundo, y que más extranjeros conozcan el Singani que solo se produce en Bolivia”, dice el dueño del hotel Palacio de Sal, donde ya pasaron viajeros de más de veinte países por sus instalaciones y el bar.