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Inteligencia artificial: Un impulso económico con desafíos en infraestructura

Inteligencia artificial: Un impulso económico con desafíos en infraestructura

El desarrollo de la IA promete transformación económica, pero enfrenta retos en sostenibilidad.

La adopción de inteligencia artificial en América Latina está generando oportunidades para potenciar la productividad y eficiencia empresarial. Sin embargo, el progreso enfrenta obstáculos significativos en infraestructura, recursos energéticos y talento humano capacitado.

La inteligencia artificial se perfila como un motor clave para el desarrollo económico en América Latina. Empresas de sectores estratégicos, como manufactura y servicios, están utilizando esta tecnología para automatizar procesos, optimizar cadenas de suministro y personalizar experiencias de cliente. Estas iniciativas tienen el potencial de incrementar la competitividad regional, permitiendo a las empresas reducir costos y mejorar su posición en mercados internacionales.

Sin embargo, el avance de la IA conlleva exigencias económicas y logísticas. Uno de los mayores retos radica en la disponibilidad de infraestructura tecnológica adecuada. La computación de alto rendimiento necesaria para entrenar modelos de IA demanda un acceso masivo a capacidad energética y sistemas especializados, que en muchos casos no están disponibles localmente. Esto incrementa la dependencia de servicios en la nube, aumentando los costos operativos para las empresas de la región. El consumo energético y de agua relacionado con la IA también representa un desafío para la sostenibilidad económica. Los centros de datos, pieza clave en esta tecnología, requieren grandes cantidades de electricidad y agua para mantener sus sistemas operativos, lo que eleva los gastos fijos y puede afectar los márgenes de beneficio, especialmente en áreas donde los recursos son limitados o costosos.

Además, la falta de talento humano especializado pone en riesgo la capacidad de las empresas para integrar eficientemente la IA en sus operaciones. Aunque se está invirtiendo en capacitación, aún persiste una brecha significativa entre las habilidades disponibles y las requeridas para implementar estas tecnologías de manera competitiva.

En términos de inversión, las empresas locales enfrentan restricciones presupuestarias para destinar fondos significativos al desarrollo de IA. Esto contrasta con economías más avanzadas, donde los niveles de inversión privada en esta tecnología han alcanzado cifras exponenciales, lo que les permite ampliar su liderazgo tecnológico.