El INE revela una fuerte contracción en ventas al exterior que complica la balanza comercial y presiona las reservas de divisas.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia registró una caída del 37 % en sus exportaciones de gas natural entre enero y abril de 2025, lo que se tradujo en una merma de ingresos superior a los US$ 220 millones, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Descenso significativo en las ventas externas
El reporte del INE indica que en el primer cuatrimestre de 2025 las exportaciones de gas alcanzaron US$ 375,5 millones, muy por debajo de los US$ 595,8 millones de 2024, una reducción de US$ 220,3 millones. Esta caída se acentúa tras una tendencia negativa ya observada durante 2024, cuando las ventas cayeron desde US$ 2.049,7 MM en 2023 a US$ 1.614,7 MM.
El principal destino sigue siendo Brasil, mientras que Argentina dejó de importar gas boliviano en la segunda mitad de 2024, tras alcanzar autosuficiencia. Aunque se están reactivando envíos parciales bajo contratos interrumpibles, el volumen exportado ha disminuido considerablemente.
Efectos sobre la balanza comercial y reservas
La caída en los ingresos por gas coincide con un déficit en la balanza comercial. Según datos del INE, entre enero y abril de 2025, las exportaciones totales llegaron a US$ 2.553,2 millones, un 5 % menos que en 2024, mientras que las importaciones alcanzaron US$ 3.124,2 millones, generando un desfase de US$ 571 millones. Dado que gran parte de las compras externas incluyen combustibles y lubricantes categoría que ascendió a US$ 907,1 millones, la nación enfrenta un evidente desequilibrio energético en su comercio exterior.
El economista Gonzalo Chávez advierte que, aunque el gas exportado a Brasil está indexado al precio del petróleo, el efecto no es inmediato y las menores cantidades exportadas limitan los beneficios. “Ganamos poco y gastamos mucho”, afirmó, resaltando que las importaciones de combustibles duplican los ingresos por gas.
Este desfase expone vulnerabilidades en la estructura fiscal y energética del país, que, según el analista, podría requerir «decisiones difíciles» si no se estabilizan volúmenes y precios de exportación.
Desafíos del Plan Upstream y futuro energético
Bolivia impulsa el “Plan de Reactivación del Upstream 2021–2025” con apoyo técnico de Brasil, pero los resultados aún no se reflejan en datos de exportación. La contracción actual muestra que hasta tanto no se incremente la producción interna, los ingresos permanecerán inciertos.
La caída del 37 % en las exportaciones de gas entre enero y abril de 2025 representa una pérdida de US$ 220 millones, comprometendo la balanza energética y las reservas del país. Enfrentar este retroceso implica reactivar la producción interna, diversificar destinos de exportación y equilibrar el comercio de combustibles para preservar la estabilidad económica.