En el tercer trimestre de 2024, la minería boliviana mostró un incremento del 26% en volumen respecto al mismo periodo de 2023, según datos oficiales. Este repunte reafirma el rol estratégico del sector, a pesar de la contracción global de algunos mercados clave, como el oro, y de los retos para diversificar la matriz productiva del país.

Desempeño general y relevancia económica

El sector minero continúa siendo una piedra angular de la economía boliviana, aportando divisas esenciales y sosteniendo miles de empleos directos e indirectos. Según el viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización, Marcelo Ballesteros, el crecimiento del 26% en producción minera durante el tercer trimestre se tradujo en un incremento del 16% en valor económico, representando Bs 391,72 millones adicionales en ingresos al país. Este dinamismo refleja no solo la capacidad operativa del sector sino también las políticas públicas para optimizar la extracción de recursos estratégicos.

“Es un crecimiento que no solo beneficia directamente al PIB, sino que también reafirma la posición de Bolivia en los mercados internacionales como un proveedor clave de minerales estratégicos”, indicó Ballesteros, destacando que esta expansión contribuye a compensar en parte el impacto negativo de la contracción exportadora en otras áreas de la economía.

Análisis de producción por minerales

El aumento del 26% incluyó una diversificación notable en la producción minera. Entre los minerales destacados se encuentran el zinc, estaño, plata, antimonio, plomo, wólfram, cobre, ulexita, bismuto y hierro, lo que evidencia una fortaleza en recursos base con demanda sostenida en el mercado global.

Sin embargo, el panorama no fue uniforme. La producción de oro, históricamente una fuente principal de divisas, registró una caída alarmante del 44% debido a factores internos y externos, incluidas mayores restricciones regulatorias y fluctuaciones en los precios internacionales. Según las proyecciones oficiales, esta tendencia a la baja en la comercialización de oro podría mantenerse hasta fines de 2024, limitando el impacto positivo del resto de las exportaciones.

Liderazgo regional y desafíos persistentes

El desempeño del sector minero estuvo liderado por los departamentos de Potosí, La Paz y Oruro, responsables del 87,6% del valor total generado. Potosí, por ejemplo, lideró con una participación del 49,4%, destacándose por su capacidad productiva en zinc y plata. En tanto, La Paz y Oruro aportaron un 28,9% y 9,3%, respectivamente, consolidando su posición dentro de la minería nacional. A pesar de estos logros, Bolivia enfrenta desafíos significativos relacionados con la modernización del sector, la atracción de inversión extranjera y el fortalecimiento del marco normativo para garantizar la sostenibilidad de la actividad minera en términos medioambientales y sociales.