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Importaciones de Bolivia crecen en volumen pero caen 5 % en valor

  • En Pais
  • 20 de octubre de 2025
Importaciones de Bolivia crecen en volumen pero caen 5 % en valor

Bolivia experimentó un aumento del volumen de importaciones en los primeros ocho meses de 2025, pero el valor total cayó un 5 % respecto al mismo periodo del año anterior. El desplazamiento indica que el país compra más bienes posiblemente a costos unitarios más bajos, lo que refleja presiones mixtas entre demanda interna, precios internacionales y retos de competitividad.

Datos oficiales muestran una dinámica compleja del comercio externo

Los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), a partir de estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), reportan que entre enero y agosto de 2025 las importaciones bolivianas alcanzaron US$ 6.393 millones, lo que representa una caída del 5 % con relación a los US$ 6.703 millones registrados en el mismo lapso del año anterior. En paralelo, el volumen importado creció en 16 % en ese mismo periodo.

En la categoría de combustibles y lubricantes, se observó que las compras sumaron aproximadamente US$ 1.941 millones, una disminución de 3 % frente a los US$ 2.000 millones del año previo, pese a un aumento del 13 % en volumen. Otro rubro con variaciones importantes fue el de efectos personales, que cayó 26 % en valor mientras creció 0,3 % en volumen.

Estos resultados sugieren que aunque Bolivia importó más bienes tangibles, el precio promedio de los mismos disminuyó, o bien la composición de los productos importados cambió hacia segmentos de menor valor unitario.

Implicaciones para el entorno macroeconómico y externo

Desde la óptica macroeconómica, la caída en el valor de las importaciones puede interpretarse de varias maneras. Por un lado, podría obedecer a una mejora en eficiencia o caída de precios internacionales de bienes importados; por otro, puede señalar una restricción de demanda interna ante la pérdida de poder adquisitivo o limitaciones de liquidez. En Bolivia, el contexto de escasez de divisas y presión sobre la balanza externa agrava el segundo escenario.

El aumento en volumen de importaciones sin incremento paralelo en valor revela una presión creciente sobre los flujos monetarios externos. Esto es particularmente relevante en un país donde la disponibilidad de dólares es crítica para importar combustibles, bienes de capital y suministros industriales. Si los precios unitarios caen, el Estado y las empresas pueden tener mayor margen de operación, pero la capacidad de innovación o de importación de bienes de mayor valor agregado puede quedar limitada.

En este sentido, la relación entre importaciones y capacidad productiva se vuelve un indicador clave para la competitividad. Si Bolivia importa más volumen de bienes pero estos son de menor valor o calidad, el potencial productivo puede estancarse, afectando la diversificación económica y la generación de valor agregado.

Riesgos y oportunidades estratégicas para Bolivia

En el plano externo, la reducción del valor de las importaciones ofrece un alivio relativo sobre la demanda de divisas, pero no asegura una mejora automática del crecimiento económico. Para traducir esta dinámica en una ventaja estructural, Bolivia deberá focalizarse en capturar bienes de mayor valor y favorecer importaciones que impulsen la producción local, en lugar de centrarse exclusivamente en bienes de consumo o bienes de bajo precio.

Al mismo tiempo, el país debe aprovechar esta fase para mejorar la relación entre importaciones y exportaciones, dado que las exportaciones también muestran signos de fragilidad en 2025. La gestión eficiente de la balanza comercial, junto a la diversificación hacia sectores que requieran menos importaciones netas y generen más valor dentro del país, será clave para reducir la vulnerabilidad externa y fortalecer las reservas.