La medida busca reducir costos y mejorar el acceso a tratamientos para pacientes en Bolivia.
El Gobierno de Bolivia anunció la eliminación de aranceles para la importación de medicamentos destinados a tratar enfermedades crónicas y terminales. Esta iniciativa pretende garantizar precios más accesibles para pacientes en condiciones delicadas y aliviar los gastos de las familias afectadas, en un contexto económico desafiante para el país. El decreto supremo promulgado por el Gobierno establece un arancel cero para la importación de medicamentos específicos utilizados en el tratamiento de enfermedades crónicas y terminales. Según las autoridades, esta medida no solo abaratará el acceso a tratamientos, sino que también forma parte de una estrategia más amplia para estabilizar los precios en el mercado farmacéutico nacional.
La disposición responde a la creciente demanda de medicamentos especializados, cuyo alto costo representa una carga económica significativa para las familias bolivianas. Además, busca garantizar la disponibilidad de estos insumos esenciales en el mercado interno, enfrentando las dificultades logísticas y financieras derivadas de la crisis global de suministros y la escasez de dólares en Bolivia
Durante el anuncio, representantes del sector farmacéutico destacaron que esta medida también incentivará a las empresas nacionales a reforzar sus operaciones. Asimismo, esperan que los importadores transmitan los beneficios económicos a los consumidores finales, reduciendo el costo directo de los medicamentos para los pacientes más vulnerables.
En el marco del Diálogo Nacional por la Economía y la Producción, esta acción se complementa con otras iniciativas similares, como la eliminación de aranceles para insumos agrícolas y materias primas para la producción farmacéutica. Estas políticas buscan mitigar los efectos de la inflación y mejorar las condiciones para sectores estratégicos como la salud y la agroindustria. La decisión del Gobierno representa un avance significativo en la atención de enfermedades críticas, beneficiando a un sector amplio de la población. Para los empresarios del sector salud, esta es una oportunidad para fortalecer sus cadenas de distribución, mientras que para los pacientes, significa una esperanza renovada de acceso a tratamientos de calidad a precios justos.