La posible suspensión de exportaciones de carne podría generar desempleo, pérdida de divisas y desincentivar al sector ganadero en Bolivia, según advirtieron representantes del gremio.
Representantes del sector ganadero en Bolivia han lanzado una advertencia ante la posibilidad de que el gobierno suspenda las exportaciones de carne bovina, un recurso clave en la economía del país. Esta medida, aseguran, podría tener serias repercusiones en el empleo, la generación de divisas y el crecimiento del sector.
En una reciente declaración, la Federación de Ganaderos de Bolivia (FEGABOL) señaló que detener las exportaciones afectaría directamente a miles de familias que dependen de la cadena productiva, desde productores y transportistas hasta trabajadores en mataderos y plantas frigoríficas. «Esta medida no solo disminuiría nuestros ingresos, sino que también pondría en riesgo empleos y la estabilidad económica de cientos de familias en áreas rurales», enfatizó uno de sus portavoces. La industria ganadera representa un sector importante para la economía boliviana, generando aproximadamente 120 millones de dólares en exportaciones anuales, lo que contribuye significativamente a la entrada de divisas al país. La FEGABOL subraya que, al detener las exportaciones, el flujo de estas divisas se vería comprometido, afectando no solo al sector sino a la economía en su conjunto. Los ganaderos temen que esta decisión podría desincentivar futuras inversiones y la producción de carne de calidad en el país.
Además, los ganaderos recalcan que el mercado interno no se vería beneficiado por esta medida, ya que Bolivia es autosuficiente en carne bovina, y el exceso de oferta generado por la suspensión podría saturar el mercado local, afectando los precios. «No se trata de priorizar el mercado interno, porque ya cumplimos con esa demanda; se trata de asegurar la estabilidad del sector y su capacidad de seguir generando empleo y divisas», argumentaron los productores.
Ante esta situación, el gremio ganadero ha solicitado diálogo con las autoridades gubernamentales para explorar alternativas que permitan mantener el equilibrio entre el abastecimiento del mercado interno y las exportaciones. Los representantes del sector han expresado su disposición para buscar soluciones conjuntas que eviten el colapso económico que temen si se implementa la suspensión de exportaciones.