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Fragmentación del comercio podría desatar crisis económica más grave que la de 2008

Fragmentación del comercio podría desatar crisis económica más grave que la de 2008

La Organización Mundial del Comercio (OMC) alerta que una división del sistema comercial global en especial entre EE.UU. y China, podría causar una crisis más intensa que la de 2008-09, con países en desarrollo como los más afectados, especialmente en Latinoamérica.

Interrogada por Bloomberg Línea, la directora general adjunta de la OMC, Johanna Hill, advirtió que la fragmentación del comercio mundial en bloques podría provocar un retroceso del PIB global superior al registrado durante la crisis financiera de 2008-09. La interdependencia comercial entre grandes potencias como EE.UU. y China actúa como un termómetro económico, y su ruptura pondría en riesgo cadenas de valor globales. El golpe sería especialmente severo para las economías menos desarrolladas, que podrían enfrentar caídas de doble dígito en su crecimiento.

América Latina en posición vulnerable

Los países de la región, ya rezagados en integración comercial intrarregional, enfrentarían efectos especialmente negativos. El Fondo Monetario Internacional estimó que América Latina y el Caribe todavía operan con un nivel de comercio intra-bloque entre un 40 % y 50 % por debajo de promedios comparables Asia o Europa, limitando su capacidad de resiliencia ante bloqueos globales.

Al cerrarse las puertas a mercados grandes, la dependencia de mercados externos como EE.UU. y China se vuelve un riesgo estructural. Dado que América Latina exporta principalmente productos básicos con poco margen de diversificación, cualquier interrupción comercial global impactaría duro en divisas, empleo y estabilidad fiscal.

El costo económico global y regional

El Banco Mundial proyecta una desaceleración en los países en desarrollo de hasta 3,8 % en crecimiento para 2025, frente al 4,2 % de 2024. El comercio global podría contraerse hasta 1,5 % en el peor escenario, cuando antes se esperaba una expansión del 1,8 %. Esta dinámica representa el peor ritmo de crecimiento para un año sin recesión desde 2008, según estimaciones del mismo organismo.

Para Latinoamérica, estos datos significan menor inversión extranjera, deterioro en ingresos por exportaciones y presión sobre las reservas internacionales, en un contexto ya marcado por alta inflación, déficits fiscales y débiles redes productivas.

La fragmentación erosiona seguridad y multiplica conflictos

El informe mundial de la OMC subraya que la segmentación comercial debilita la seguridad económica global. A medida que los países recurren a aranceles unilaterales o restricciones por motivos de seguridad, aumentan los riesgos de conflicto y se reduce la resiliencia frente a crisis externas. La reglobalización, según el organismo, representa una vía más sostenible para asegurar crecimiento y estabilidad.

Para condiciones adversas como estas, América Latina necesita fortalecer su integración regional, diversificar destinos comerciales y reducir barreras logísticas en clave multilateral. La OMC enfatiza que solo mediante políticas de apertura coordinadas, inversión en infraestructura digital y países fortaleciendo industrias estratégicas podrán mitigar el impacto del adjunto proteccionismo.

Al mismo tiempo, la adopción de tecnologías como inteligencia artificial deberán gestionarse de forma inclusiva. La OMC advierte que, sin acceso adecuado a IA, los países de menores ingresos podrían perder competitividad y quedar marginados en la nueva ola de crecimiento comercial.