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Falta de diésel, bloqueos y sequía amenazan la producción de soya en Bolivia

Falta de diésel, bloqueos y sequía amenazan la producción de soya en Bolivia

ANAPO pide al gobierno a tomar medidas frente a la falta de diésel y las sequías que ponen en riesgo gran parte de la cosecha.

La producción agrícola en Bolivia, específicamente la de soya, atraviesa uno de sus momentos más críticos. La ANAPO ha dado la voz de alerta, señalando que la falta de diésel, los bloqueos sociales en diferentes regiones y la sequía prolongada han puesto en peligro el rendimiento esperado para esta temporada. Según la asociación, de no resolverse estos problemas, se podría perder alrededor del 30% de la producción de soya, lo que equivaldría a 800.000 toneladas, afectando tanto a productores locales como al mercado internacional.

La escasez de diésel ha sido un problema recurrente en las últimas semanas, afectando gravemente las operaciones logísticas para el transporte de productos agrícolas. Según testimonios de productores, la falta de este combustible clave ha dificultado la recolección y el traslado de las cosechas, incrementando los costos y tiempos de producción. A esto se suman los bloqueos sociales que han paralizado importantes rutas de transporte en el país, agravando aún más la situación.

Además de los problemas logísticos, la sequía que afecta a varias zonas productivas del país ha causado una disminución significativa en los rendimientos de los cultivos. Esta combinación de factores ha generado una tormenta perfecta para los agricultores, quienes enfrentan la posibilidad de enormes pérdidas económicas. «Si las condiciones actuales no cambian pronto, las pérdidas podrían ser devastadoras», indicó un representante de ANAPO, subrayando la necesidad de medidas urgentes por parte del gobierno para garantizar el abastecimiento de combustible y solucionar los conflictos que generan los bloqueos. La sequía, en tanto, sigue siendo un desafío climático para el que se requieren estrategias a largo plazo.

El impacto de la reducción en la producción de soya podría repercutir no solo en la economía agrícola de Bolivia, sino también en sus exportaciones. Bolivia es uno de los principales productores de soya en América Latina, y una caída en su producción afectaría la cadena de suministro regional, lo que a su vez podría provocar un aumento en los precios de productos derivados de este grano, tanto en el mercado local como internacional.