Según expertos los pulmones y el intestino son órganos que estarían conectados, lo que le afecta a uno, podría incidir en el otro. Bajo ese contexto y como el coronavirus ataca principalmente al sistema respiratorio, científicos analizan la posible correlación entre ambos. La microbiota intestinal cumple un papel importante, como mecanismo de defensa, en el
Según expertos los pulmones y el intestino son órganos que estarían conectados, lo que le afecta a uno, podría incidir en el otro. Bajo ese contexto y como el coronavirus ataca principalmente al sistema respiratorio, científicos analizan la posible correlación entre ambos.
La microbiota intestinal cumple un papel importante, como mecanismo de defensa, en el combate de determinadas enfermedades respiratorias. Un reciente artículo científico, publicado por la revista internacional de virología molecular y celular, Virus Research, explica que ciertas infecciones del sistema respiratorio se pueden asociar a cambios de la microbiota. Ante esto, científicos estudian si los efectos del COVID-19 sobre los pulmones, también podrían afectar al intestino, al ser dos órganos que estarían vinculados entre sí.
El gastroenterólogo, Nelson Ramírez, explica que la microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en el intestino y que contribuyen a mantener un buen estado de salud; cuando el equilibrio se altera, por ejemplo, a causa de una infección, se produce una disbiosis generando síntomas como la diarrea.
“Todas las partes que conforman el organismo se relacionan e interactúan entre sí, para poder funcionar bien. Cuando una se ve afectada, por algún factor externo, esto repercute en otras zonas”, señala el médico.
COVID-19, intestino y pulmón
El artículo científico plantea un eje intestino-pulmón, es decir que, según estudios, las infecciones respiratorias se asocian a cambios en la composición o funcionamiento de la microbiota, lo que se conoce como “disbiosis”; esto último, puede derivar en consecuencias para el sistema inmunitario del cuerpo. Por ejemplo, el proceso de envejecimiento acompaña a una pérdida de bacterias consideradas buenas, propiciando al paciente un estado de disbiosis. Este desequilibrio se asocia a la aparición de enfermedades respiratorias como asma, enfermedad pulmonar obstructiva o infecciones; también, se identifican cuadros más severos de COVID-19.
“Diversos estudios han demostrado que los pacientes infectados por COVID-19 presentan episodios de diarrea durante días. Por otro lado, también han identificado la presencia de SARS-CoV-2 analizando muestras de heces. Aunque aún no hay estudios suficientes que demuestren que la microbiota intestinal ejerza protección directa contra el COVID-19, la posibilidad está latente”, comenta el Dr. Ramírez.
El gastroenterólogo añade que lo que sí se sabe con certeza es que, un buen cuidado de la microbiota ayuda a combatir los efectos adversos del COVID-19 como la diarrea, para el cual se puede consumir Saccharomyces boulardii, aprobado científicamente para tratamiento de diarrea aguda y asociada a antibióticos.
“Una salud intestinal robusta ayuda a una mejor capacidad de combatir ataques virales en cada órgano, incluidos los pulmones. Un paso muy importante para ello, es tener una dieta rica en vegetales como frutas, verduras, semillas y frutos secos”, finaliza el experto.