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Escasez de combustible en Bolivia se agrava y afecta sectores clave

Escasez de combustible en Bolivia se agrava y afecta sectores clave

Más de 500 cisternas varadas y falta de divisas complican importación de carburantes

La crisis de abastecimiento de combustibles en Bolivia se intensifica, generando preocupación en sectores clave de la economía. Más de 500 cisternas permanecen varadas en Paraguay sin poder cargar diésel por falta de pago, mientras la escasez de dólares complica aún más las importaciones. Ante esta situación, el Gobierno busca financiamiento externo y pide apoyo legislativo para destrabar créditos.

Un problema en escalada

La falta de combustible en Bolivia ha alcanzado niveles críticos, afectando al transporte, la industria y otras actividades productivas. Según datos oficiales, alrededor de 500 cisternas están detenidas en Paraguay debido a problemas de pago, lo que retrasa el abastecimiento de diésel en el país. Además, se reporta que en varias regiones los surtidores han comenzado a racionar la venta de carburantes, agravando la incertidumbre.

El presidente de la Cámara de Transporte Pesado de Santa Cruz, Héctor Mercado, advirtió que al menos 250 camiones cisterna están varados en los almacenes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en Santa Cruz debido a la falta de combustible. «Si esta situación no se soluciona en los próximos días, el país podría enfrentar una paralización del transporte de carga», alertó.

Causas y medidas gubernamentales

El desabastecimiento se debe, en parte, a la escasez de dólares en Bolivia, lo que ha dificultado las transacciones internacionales para la compra de combustibles. La estatal YPFB ha reconocido los retrasos en los pagos a proveedores extranjeros y ha solicitado apoyo financiero para agilizar la importación de diésel y gasolina.

El Gobierno ha pedido al Legislativo la aprobación de créditos internacionales para garantizar el suministro de carburantes. «Necesitamos que la Asamblea destrabe los créditos para asegurar la compra de combustible y evitar un colapso económico», declaró el presidente en un evento reciente. Sin embargo, la falta de consenso en el Congreso ha ralentizado la aprobación de estos recursos. Por otro lado, la empresa privada Meraki Oil, que obtuvo autorización para importar carburantes, espera la licencia final para iniciar operaciones. Este nuevo actor en el mercado podría aliviar la crisis, aunque su impacto inmediato aún es incierto.

 Si la escasez de combustible persiste, sectores como el transporte, la industria y el comercio sufrirán graves consecuencias. La falta de diésel podría generar incrementos en los costos logísticos y afectar la distribución de bienes esenciales en el país.