Las emisiones globales de gases contaminantes, responsables en gran medida del cambio climático, podrían haber alcanzado su punto máximo, según un análisis reciente de la Agencia Internacional de Energía (AIE). El informe destaca que, aunque los niveles de emisiones han crecido en las últimas décadas, las tendencias actuales indican que el mundo podría estar en un punto de inflexión. Los expertos señalan que la desaceleración en el crecimiento de emisiones se debe, en parte, a la adopción de tecnologías más limpias y a un esfuerzo mundial para reducir la dependencia de combustibles fósiles.

Sin embargo, los expertos advierten que, aunque el pico en las emisiones sea una señal alentadora, la reducción real y sostenida de estas aún enfrenta grandes desafíos. Las economías emergentes, que continúan dependiendo fuertemente del carbón y otros combustibles fósiles, juegan un papel crucial en el escenario global. «No es suficiente con llegar al máximo de emisiones, lo esencial es empezar a disminuirlas rápidamente si se quiere evitar un cambio climático catastrófico», señaló un analista climático.

Además, aunque los países más industrializados han comenzado a adoptar políticas más estrictas, la disparidad entre las economías avanzadas y las economías en vías de desarrollo en términos de acceso a tecnologías limpias y financiamiento sigue siendo un obstáculo considerable. En este sentido, las naciones más vulnerables al cambio climático, incluidas muchas de América Latina, enfrentan el reto de equilibrar sus necesidades de desarrollo con la reducción de su huella ambiental. El informe también señala que si bien hay avances importantes en la transición energética global, la adopción de tecnologías limpias aún está lejos de alcanzar la escala necesaria para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, un objetivo considerado crucial para evitar los peores efectos del cambio climático.