La reciente depreciación de la moneda estadounidense es vista como una corrección esperada en los mercados financieros, tras su fortalecimiento post-electoral
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, ha minimizado la reciente caída del dólar, calificándola como un «ajuste natural» tras su notable apreciación posterior a las elecciones del 5 de noviembre. Según el funcionario, los mercados están recalibrando sus expectativas frente a las políticas económicas de la administración Trump, lo que explicaría la reciente volatilidad cambiaria.
Después del proceso electoral, el dólar se fortaleció significativamente impulsado por la anticipación de un crecimiento económico acelerado, respaldado por propuestas de desregulación y recortes fiscales. Sin embargo, desde la asunción de Trump en enero, la moneda ha perdido terreno frente a la mayoría de las principales divisas. Las dudas sobre el impacto de los aumentos arancelarios y la posibilidad de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal han reducido la confianza de los inversionistas, lo que ha debilitado la demanda global de dólares.
Factores que influyen en la depreciación del dólar
La reciente caída del dólar responde a una combinación de factores económicos y políticos. Uno de los elementos clave es la postura agresiva de la administración Trump en materia de comercio exterior. Las amenazas de imponer aranceles elevados a países como Canadá y China han generado incertidumbre en los mercados, afectando la confianza en la estabilidad del dólar.
Por otro lado, las expectativas de política monetaria también han jugado un papel importante. La posibilidad de que la Reserva Federal adopte una postura más flexible, incluyendo eventuales recortes en las tasas de interés, ha reducido el atractivo del dólar como activo de refugio. Adicionalmente, la reacción de los mercados internacionales ha contribuido a intensificar la volatilidad cambiaria. Diversos países han respondido a las políticas de EE.UU. con medidas de represalia, lo que ha generado mayor inestabilidad en los flujos de inversión.
Impacto en América Latina
En América Latina, la depreciación del dólar tiene efectos directos en la competitividad de las exportaciones y la estabilidad financiera. Un dólar más débil encarece las exportaciones de la región, afectando la capacidad de los países para vender sus productos en el mercado estadounidense. Al mismo tiempo, las fluctuaciones cambiarias pueden impactar la inversión extranjera y las políticas monetarias locales.
En Bolivia, la situación es aún más compleja debido a factores internos. La escasez de combustible ha provocado protestas de transportistas contra el presidente Luis Arce, lo que ha agravado la crisis económica. Además, la falta de divisas ha generado una caída del 40% en las exportaciones, según informes de empresarios privados. Estos factores, combinados con la inestabilidad del dólar, podrían generar mayor presión sobre la economía nacional en los próximos meses.