YPFB Andina y YPFB proyectan una inversión estimada en USD 403 millones para desarrollar el campo gasífero Mayaya en el bloque Lliquimuni, considerado uno de los hallazgos más importantes a nivel global. La creación de una Sociedad Anónima Mixta sienta las bases para atraer capital privado y proyectar exportaciones sostenibles.
YPFB Andina busca consolidar participación en mega-campo Mayaya
YPFB Andina S.A. anunció que evalúa formalizar una alianza estratégica mediante la constitución de una Sociedad Anónima Mixta (SAM) junto a YPFB Corporación. El objetivo es asegurar participación accionaria en las actividades de exploración y desarrollo del campo Mayaya, ubicado en la cuenca Subandino Norte, dentro del bloque Lliquimuni. La firma ya firmó un memorando de entendimiento, pendiente de aprobación por parte del directorio para definir las proporciones de inversión y gobierno empresarial.
El proyecto contempla una inversión inicial aproximada de USD 403 millones destinada al desarrollo del Área No Tradicional Lliquimuni. El paquete financiero incluye ampliación de estudios sísmicos, explotación del pozo Mayaya Centro-X1 y exploración de estructuras adicionales identificadas. YPFB estima un potencial cercano a 6 billones de pies cúbicos de gas (TCF) en nuevas reservas. Este hallazgo ha sido catalogado entre los diez más relevantes del mundo por S&P Global Commodity Insights.
Un paso clave para reactivar la producción nacional
Este desarrollo constituye un componente central del plan de reactivación upstream de YPFB, diseñado para revertir la caída en la producción nacional de gas, que pasó de 56.6 millones de m³ diarios en 2016 a 31.9 en 2023. La puesta en marcha del campo Mayaya podría aliviar tensiones en las reservas internacionales y garantizar suministro interno, al tiempo que abre espacio para futuras exportaciones.
El descubrimiento de Mayaya Centro redujo significativamente el riesgo geológico, lo cual permite considerar estructuras circundantes con alta probabilidad de nuevos hallazgos. La conformación de la SAM envía una señal clara al mercado internacional: Bolivia está listo para asociarse con capital privado en áreas de alta promesa energética.
Implicaciones económicas
Este paso representa mucho más que exploración. Genera expectativas de creación de empleo especializado, reasignación de recursos estatales desde subsidios hacia inversión productiva y potencial recuperación de ingresos por exportación. Si el campo alcanza su capacidad productiva estimada, podría convertirse en un nuevo eje de crecimiento energético capaz de revertir años de declive.
La estrategia para formalizar una SAM entre YPFB Andina y YPFB en el bloque Mayaya abre una ventana estratégica. Más allá del potencial gasífero, el anuncio proyecta Bolivia como destino atractivo para inversión energética, con capacidad de recuperar liquidez externa, robustecer su matriz productiva y afianzar su inserción internacional en el sector hidrocarburos.