La informalidad, la juventud sin oportunidades y el bajo dinamismo económico explican las tasas más altas de desempleo en la región.
En el primer trimestre de 2025, las tasas de desempleo en América Latina revelan una heterogeneidad marcada: Bolivia reporta solo un 3,9 % de desocupación, muy por debajo de países como Chile y Colombia que superan el 8 % y 9 % respectivamente, mientras Argentina lidera el ascenso regional del desempleo.
Panorama regional: estabilidad vs desafío estructural
Bolivia mantiene una tasa de desempleo relativamente baja (3,9 %) y juvenil de 6 %, lo que representa una ligera mejora frente al 4,1 % del año anterior. En cambio, Chile reporta un índice de 8,9 % entre marzo y mayo de 2025, reflejando complicaciones en los jóvenes y trabajadores informales.
Colombia muestra una reducción a 9 % en mayo de 2025, la tasa más baja para ese mes desde 2001, aunque persiste un alto nivel de empleo informal. México y Guatemala lideran cifras bajas con 2,7 % y 1,7 % respectivamente, reflejo de una estabilidad relativa en sus mercados de trabajo.
Brasil, la economía más grande de la región, cerró 2024 con una tasa promedio histórica del 6,6 % y ubicó el último trimestre en 6,2 %. Esa resiliencia laboral respaldó el consumo y franqueó un crecimiento moderado, pese al alza de tasas de interés.El desempleo en Argentina subió a 7,9 % en el primer trimestre de 2025, el mayor incremento del continente, marcando el epicentro de la inestabilidad regional.
Factores que explican las diferencias
Las tasas más bajas, como en Bolivia o México, responden en parte a mercados laborales con menor informalidad, políticas activas de empleo y menor contracción económica reciente. En contraste, países como Argentina, Chile y Colombia enfrentan el desafío añadido de alta informalidad—entre 40 % y 50 %—que dificulta la calidad del empleo y mantiene elevadas tasas estructurales.
En Brasil, una reforma laboral implementada en 2017 aumentó la flexibilidad en contratación y contribuyó a reducir la informalidad, lo que facilitó mantener el desempleo bajo control, pese a condiciones macroeconómicas adversas.
Impacto económico y desafíos en Bolivia
Para Bolivia, una tasa de desempleo cercana al 4 % es favorable en un contexto regional. No obstante, aún persisten retos vinculados con empleo juvenil y calidad laboral. Una desocupación del 6 % entre jóvenes de 20 a 28 años sugiere brechas en formación profesional, acceso a empleo formal y oportunidades en sectores dinámicos. Además, la informalidad general en la región—que alcanza cerca del 47,6 % en promedio—presiona la productividad, limita ingresos fiscales y contribuye a la inestabilidad de ingresos para millones de trabajadores.
América Latina exhibe un mosaico laboral diverso: desde economías como Bolivia, México o Guatemala con tasas de desempleo bajas, hasta países como Argentina, Chile y Colombia que enfrentan desafíos en calidad laboral y formalización. La clave para transformar estos patrones radica en promover políticas integrales: capacitación técnica, incentivos al empleo formal y reformas que mejoren la estabilidad del mercado laboral. Si se aplican correctamente, estos modelos podrían transformar las cifras laborales y potenciar un crecimiento más sostenible y equitativo.