El auge refleja la necesidad de protección frente a la inflación y la depreciación del boliviano, no solo entusiasmo tecnológico.
Desde junio de 2024, cuando se eliminó la prohibición que impedía el uso legal de criptomonedas, las transacciones en Bolivia crecieron más del 530 %, alcanzando USD 294 millones en el primer semestre de 2025, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB) y reportes regionales.
Un boom impulsado por una urgencia macroeconómica
La adopción masiva de criptoactivos en Bolivia no responde a un creciente interés tecnológico, sino a una necesidad económica urgente: escasez de dólares, inflación en su punto más alto en 40 años y depreciación acelerada del boliviano. Ante estos factores, muchas familias y pequeñas empresas se volcaron a las stablecoins, especialmente USDT, para preservar sus ahorros y realizar compras internacionales.
Según el BCB, entre julio y septiembre de 2024 las transacciones subieron de USD 7,6 millones a USD 15,6 millones mensuales —duplicando las operaciones en apenas tres meses. Al alcanzar mayo de 2025, se registraron cifras récord de USD 68 millones en operaciones digitales mensuales, fortalecidas por más de 10.000 transacciones individuales. Este crecimiento generó una cifra global aproximada de USD 430 millones en operaciones con criptoactivos, según el registro acumulado del BCB hasta la fecha.
Más que tecnología: una salida ante la restricción de divisas
El cambio normativo que permitió el uso de canales electrónicos para criptoactivos, respaldado por el Decreto Supremo 084/2024 y coordinado por el BCB, ASFI y UIF, fue fundamental para que ciudadanos e importadores pudieran operar legalmente con activos digitales .
Incluso entidades estatales, como YPFB, evaluaron usar criptoactivos como vía de pago para importar combustibles, dado el bloqueo de créditos externos y la escasez de divisas . No obstante, esta autorización fue restringida posteriormente por Decreto Supremo para evitar efectos adversos sobre el mercado cambiario
En ciudades como Cochabamba, pequeños negocios comenzaron a aceptar pagos en criptomonedas, y se instalaron cajeros digitales para transacciones con Binance y stablecoins. Plataformas como Binance se han vuelto populares por su facilidad de uso y costos bajos. Aunque el mercado es aún incipiente en comparación con Argentina y Venezuela, Bolivia ya ocupa el puesto 12 en Latinoamérica por valor total acumulado en criptoactivos.
Riesgos, educación y regulación en la agenda
Expertos advierten que el aumento repentino en operaciones requiere regulación prudente y educación financiera. Si bien las stablecoins ayudan a preservar valor, su volatilidad y falta de protección pueden exponer a los usuarios a pérdidas y estafas. El BCB ha iniciado talleres de formación educativa para informar sobre riesgos y manejo adecuado del mercado cripto, señalando que, sin regulación clara, los usuarios pueden estar expuestos al lavado de dinero o promesas engañosas
El auge de las criptomonedas en Bolivia refleja una reacción pragmática ante una crisis de reservas, alta inflación y restricciones al acceso a divisas. Aunque representa una válvula de escape para muchos, también plantea desafíos estructurales: la necesidad de regulación, confianza institucional y mecanismos de protección financiera.