La paralización del transporte está causando un grave impacto en sectores clave de la economía, elevando los costos y generando escasez
Los bloqueos de carreteras que se han extendido por varias regiones de Bolivia han provocado serias repercusiones en la economía del país. Vías Bolivia, la entidad estatal encargada de la administración de las rutas, reportó que las pérdidas generadas por la paralización de los caminos ascienden a Bs 65 millones. Esta cifra representa solo una fracción del daño económico global, ya que también afecta a los sectores productivo, industrial y comercial.
En Cochabamba, una de las regiones más golpeadas por los bloqueos, las pérdidas son alarmantes. Según informes empresariales, el departamento está experimentando una parálisis casi total de sus actividades económicas. “Los empresarios están en una situación crítica. No solo enfrentamos pérdidas inmediatas, sino que algunas compañías están al borde del cierre debido a la interrupción constante de sus operaciones», advirtió un representante del sector privado. Las consecuencias se sienten principalmente en la cadena de suministro, con productos que no logran llegar a sus destinos, lo que genera escasez en los mercados y eleva los precios.
Además de las pérdidas directas, las empresas también están lidiando con costos adicionales relacionados con la seguridad y el transporte, mientras que los empleados enfrentan la incertidumbre de posibles despidos si la situación no mejora en el corto plazo. El efecto en la economía local de Cochabamba es palpable, ya que los ingresos de las empresas disminuyen considerablemente y las operaciones comerciales y logísticas se ven interrumpidas.
El Gobierno, por su parte, ha solicitado la suspensión inmediata de los bloqueos, alertando sobre el impacto negativo que están teniendo en la economía nacional. «Es necesario garantizar la libre circulación de mercancías y personas para evitar una crisis económica más profunda», señaló un portavoz del Ejecutivo, insistiendo en la importancia de retomar el diálogo para solucionar las demandas detrás de estas medidas. Sectores clave como el transporte, la agricultura y la industria manufacturera son los más afectados, y las estimaciones apuntan a que, de continuar esta situación, las pérdidas podrían multiplicarse, agravando aún más las dificultades económicas del país.