El financiamiento respaldará la gestión económica y atenderá necesidades urgentes del país
El Gobierno de Bolivia recibirá en los próximos días un desembolso de $us 60 millones por parte de la Corporación Andina de Fomento (CAF), como parte inicial de un crédito total de $us 75 millones. Este financiamiento busca mitigar los efectos de los desastres naturales recientes y reforzar las cuentas fiscales en un momento de restricciones económicas.
Destino del crédito: entre emergencia y estabilidad económica
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, explicó que los fondos serán utilizados para afrontar la emergencia climática que ha afectado a gran parte del país. Según el Viceministerio de Defensa Civil, hasta mediados de marzo, 184 municipios han sido impactados por lluvias e inundaciones, con más de 290.000 familias afectadas, 44 personas fallecidas y daños significativos en infraestructura y viviendas.
Además, parte del financiamiento será destinado a la importación de combustibles, en medio de desafíos logísticos que han impactado el abastecimiento de diésel y gasolina. “Con este crédito, garantizaremos la normalización en la provisión de combustibles y fortaleceremos nuestra capacidad de respuesta ante eventos adversos”, señaló Montenegro. Por su parte, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, destacó que la CAF tiene procedimientos más ágiles que otros organismos financieros, lo que ha permitido gestionar el desembolso en tiempo récord.
Presión económica y liquidez: un desafío persistente
Este crédito llega en un momento clave para Bolivia, en medio de preocupaciones por la caída de las Reservas Internacionales Netas, que según el Banco Central de Bolivia cerraron 2023 por debajo de los $us 2.000 millones, su nivel más bajo en años. La necesidad de liquidez ha llevado al Gobierno a buscar fuentes de financiamiento externo para cumplir con sus compromisos internos y garantizar estabilidad en el corto plazo.
El acceso a este crédito de la CAF también evidencia la confianza del organismo multilateral en la capacidad de pago del país, aunque analistas advierten que el endeudamiento creciente podría generar presiones adicionales en el mediano plazo. La llegada de estos recursos permitirá aliviar las presiones fiscales inmediatas y atender los sectores más afectados por los desastres naturales. Sin embargo, economistas sugieren que Bolivia debe acelerar políticas para diversificar su matriz productiva y fortalecer su generación de divisas, reduciendo su dependencia de créditos externos y exportaciones tradicionales como el gas y los minerales.