En la época de verano, de enero a abril, el volumen llegó a 9 MMmc/d. En el invierno, de mayo a septiembre cuando Argentina tiene más demanda, alcanzó los 13,8 MMmc/d. Nuevamente, cuando llegó la primavera las temperaturas subieron y la demanda bajó. Entre octubre y diciembre de 2022 Argentina requirió de Bolivia sólo 6,8 MMmc/d, la época de menos demanda.

En términos estadísticos el mes que más gas demandó Argentina fue julio con 15 MMmc/d. En contrapartida, el mes de menos consumo fue noviembre con 5,9 millones diarios.

El promedio diario del año 2022 es el más bajo desde 2011, cuando Bolivia le envió 7,4 MMmc/d, año en el que comenzaba a enviarse mayores volúmenes, producto del desarrollo del campo Margarita-Huacaya.

En 2023, Bolivia enviará menos gas a Argentina en la época invernal. El volumen sería de máximo 8 millones de metros cúbicos diarios, contrastando con los 13,8 que envió en la misma época el año pasado.

Bolivia sufre en los últimos años una declinación natural de sus campos productores de gas natural y por ende le es cada vez más difícil atender sus mercados; Brasil y Argentina y el creciente y subsidiario mercado boliviano que ya consume cerca de un tercio de la producción a precios varias veces inferiores a los de exportación.